Probamos buena parte del portfolio de Finca del Nunca Jamás de la mano de su propietario, Diego Stortini.
Nos cuenta Diego que es cuarta generación de vitivinicultores en Tunuyán, que estudió Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Cuyo, graduándose de Contador Público Nacional y de Perito Partidor. Llegó el momento de irse al exterior y completó un MBA en la Universidad de Santiago de Chile y en la Escuela de Graduados del Instituto Tecnológico de Monterrey, México, ciudad esta última en la estuvo viviendo por casi 4 años.
Al volver a Mendoza, allá por 2007, y junto a su esposa, Caroline, recuperan algunos viñedos antiguos para elaborar algunas botellas de vino. En 2011, inician un emprendimiento más grande, y comprometido con lo que venían haciendo, al comprar 20 ha de un antiguo viñedo en el distrito de Colonia Las Rosas. Entre diciembre de 2012 y enero de 2013 inauguran Postales Hotel Boutique, un lodge de vinos, de 12 habitaciones, con una alta sofisticación de servicios y una gastronomía impecable sobre 7 de las 20 hs. Además, gestionaron las certificaciones de empresa orgánica con la Organización Internacional de Alimentos.
En 2017 Diego y Caroline planifican la construcción en el viñedo de Colonia Las Rosas de una bodega boutique con capacidad para producir 100000 botellas y con un restaurán de 45 cubiertos, y en 2019 comienza la construcción. En marzo de 2020 se inaugura la Finca del Nunca Jamás. En la actualidad, la Finca elabora casi 20 vinos diferentes bajo tres etiquetas a partir de uvas plantadas en 50 ha propias repartidas entre Colonia Las Rosas (6 ha), Agua Amarga (8 ha), Chacayes (12 ha), Vista Flores (20 ha) y San Carlos (4 ha).
Antes de pasar a los vinos, Diego nos cuenta que están ampliando las naves de fraccionamiento y de guarda de los vinos, obra que esperan inaugurar a fines de este año. Además, para diciembre de 2023 lanzarán una nueva etiqueta, ícono de la Finca, en tres versiones: un blend y un cabernet franc, ambos 2020, con 24 meses de guarda en barrica roble francés y 1 año de guarda en botella y un Chardonnay 2021 con 14 meses de guarda en barrica de roble francés y 1 año de guarda en botella. Y para abril de 2024 esperan lanzar Súper Orgánico, un malbec con 12 meses de barrica de roble francés nueva.
La vinificación de vinos blancos y tintos sigue estrategias bien definidas: después de una selección manual de racimos en la zona de vendimia, la fermentación se realiza en tanques de acero inoxidable de distintas dimensiones que van desde los 1000 a los 10000 L. En algunos casos la fermentación se realiza en barricas de roble francés. En los vinos tintos de alta gama, se hacen maceraciones prefermentativas y sangrías para lograr estructura y concentración. La guarda de los vinos blancos se realiza en tanques de acero inoxidable y en barricas de roble francés, mientras que la de los vinos tintos se lleva a cabo su totalidad en barricas de roble francés, de 1ro, 2do y 3er uso. La enología corre por cuenta de Alberto Sorbi y Pablo Caparrós es el asesor agronómico de los proyectos.
Yendo a un detalle más fino, la etiqueta Etcétera está pensada para vinos jóvenes, sin madera o con unos pocos meses de guarda en barricas usadas (solo un porcentaje del vino). Bajo este nombre se elaboran ocho vinos, un chardonnay (CH), un pedro ximenez (PX), un sauvignon blanc (SB), un semillón y un torrontés por el lado de los blancos, un vino naranjo a base de PX y CH, un rosado de malbec (MB) y el único tinto de esta etiqueta: un pinot noir (PN). Solo el CH y el PN tienen paso por madera.
Bajo el nombre Capítulo I se elaboran también ocho vinos que tienen en común el paso por barricas de roble francés usadas durante 8 meses. Todos son tintos, dos malbec (uno de Vista Flores y otro de Chacayes), un cabernet franc (CF), un cabernet sauvignon (CS), un syrah (SY), un tempranillo, un petit verdot (PV) y un blend de tintas.
Finalmente, la línea Capítulo II comprende un MB y un blend de MB y CF. La característica de estos dos vinos es el paso por barricas de roble francés nuevo por 18 meses y un añejamiento de 6 meses en botella.
Probamos siete vinos y te contamos lo que nos parecieron. Empezamos con una minivertical de Etcétera CH 2021 y 2022, ambos de Vista Flores. Las dos añadas tienen una diferencia importante: la fecha de cosecha. La 2021 se cosechó algo más temprano de lo normal, logrando un vino con aromas a fruta de carozo (durazno) y fruta tropical que recuerda al ananá. De acidez media a media+ y agradable final. La añada 2022 se cosechó en una fecha más tarde, dando un vino de aromas más sutiles, mucha fruta tropical, algo de ananá y algo de melón, de acidez media y final equilibrado. Linda experiencia que deja en claro la influencia del grado de madurez de la uva en el vino final.
De la etiqueta Capítulo I degustamos el SY 2022 de Agua Amarga, el CF 2022 de Chacayes, el CS 2022 de Vista Flores y el Blend de Tintas 2020. Riquísimos los cuatro. Muy frutal el SY, con mucha frutilla en primera nariz y notas especiadas muy sutiles en una segunda nariz. De acidez media+, taninos moderados y final medio a prolongado. El CF resulta un típico ejemplar de la variedad, con notas a fruta roja fresca y un toque de pimienta en segunda nariz, en boca presenta sabores que recuerdan a las especias, de acidez media a media+, taninos marcados y amalgamados, de final medio a prolongado. El CS muestra una nariz compleja, fruta roja, notas piracínicas características del varietal y notas especiadas que recuerdan al eucalipto o al mentol. De acidez media, los taninos están bien presentes y el final es medio a prolongado. El Blend de Tintas es un tetravietal de MB, CF, CS y PV que presenta una nariz compleja donde predomina la fruta roja y negra, con presencia de aromas que recuerdan a la piracina y notas herbales presentes en un segundo plano. En boca tiene un perfil netamente herbáceo, de acidez media, taninos bien marcados y final prolongado. La madera hace un aporte muy sutil, hay que recordar que son solo 8 meses de guarda y en barricas de roble usado.
Finalmente, el MB 2021 de Capítulo II está elaborado con fruta de Chacayes, presenta una nariz muy frutal que recuerda a la ciruela algo madura, es franco en boca en cuanto a lo frutal, de acidez media, taninos moderados y un final prolongado. Nuevamente, el paso de 18 meses por barricas nuevas hace un aporte muy elegante, que amalgama perfectamente con el carácter frutal del vino.
Nota final: tenemos en cava una botella de cada MB de Capítulo I, uno de Vista Flores y el otro de Chacayes, listos para degustarlos juntos y comparar el efecto del terroir sobre estos vinos,