Probamos los vinos de bodega Meraki de la mano de su dueño y enólogo, Renzo Bertinatto, que transmite pasión cuando cuenta cómo hace sus vinos. Recibido en Mendoza, tuvo trabajo antes de recibirse en Bodega San Telmo y un viaje a Estados Unidos para interiorarze sobre la elaboración de vinos de alta gama. A su vuelta se incorporó a Bodega Trivento y luego pasó a Pulenta Estate donde estuvo 7 años, simpre encargado de la elaboración de los vinos de alta gama de las bodegas. En 2017 inicia su proyecto, Meraki y la primer vendimia tiene lugar dos años después, en 2019.
Antes de entrar en detalles de los vinos, es interesante detenerse en el significado de la palabra Meraki. Es una palabra de origen griego (parece que el vocablo turco merak significa lo mismo) que significa poner el alma, el corazón, la creatividad y el amor en todo lo que a uno lo apasiona. En otras palabras, dejar huella en lo que se hace. Al escuchar a Renzo hablar con tanta pasión de sus vinos, no podemos dejar de pensar que Meraki es el nombre justo para el proyecto.
Sin viñedos propios, compra la uva a productores de Agrelo, de Perdriel, de Altamira y de Gualtallary. Elabora una línea joven, sin madera, 100% malbec, que es en realidad un blend de terroirs. Su línea media, Terroir Series, con tres etiquetas, dos malbec y un blend de malbec y petit verdot. El ícono del proyecto, Unique Blend, es un corte único, de selección de las mejores barricas, de malbec, petit verdot y cabernet sauvignon. Lo más reciente del proyecto es un rosado de merlot, que puede decirse que está hecho a pedido de la madre de Renzo. La producción es de solamente 30.000 botellas al año.
Yendo a los vinos, el rosado de ML 2022, elaborado con uvas de Agrelo, tiene un color de piel de cebolla bien característico de los rosados elaborados como vinos blancos a partir de uva tinta. En nariz es bien frutal, con aromas que recuerdan a chicle de frutilla, en boca es franco en lo frutal, de acidez media+.El contacto con lías por tres meses antes de embotellar le otorga untuosidad en boca que le da un final más que interesante. Un rosado "piletero+".
El Blend de Terroirs 2020, elaborado sin madera, es un 100% MB de Agrelo, de Perdriel y de Altamira, en iguales proporciones, cada terroir fermentado por separado. Luego de armar el corte, el vino queda en tanques 3 meses antes de embotellar. De nariz muy potente, están presentes las notas florales de Agrelo (muy llamativas las notas a violeta), las frutales de Perdriel y el "nervio" que le da Altamira. En boca, el vino da un perfil de vino con madera, elegante, con taninos presentes, acidez media- y final medio a prolongado. Interesantísima relación calidad a precio.
Las tres etiquetas de la línea Terroir Series comparten el proceso de elaboración, 12 meses en barricas de roble francés de 1ro, 2do y 3er uso, más 6 meses de estiba en botella antes de salir a la venta. Los dos MB son bien distintos. El 2019, elaborado con uvas de Agrelo, tiene un perfil netamente floral, con notas a fruta roja también presentes. En boca es franco, la madera está presente sin invadir, los taninos aparecen moderados, de acidez media- y un final medio a prolongado. El 2020, elaborado con uvas de Gualtallary, resalta las notas frutales mientras que las florales acompañan en un segundo plano. De perfil algo más tánico que el vino de Agrelo, muestra una acidez media y un final prolongado. El Terroir Series Blend 2019 está elaborado con MB (60%) y PV (el resto), ambas uvas de Agrelo. La curiosidad de este blend es que parte del PV pasa por roble húngaro. Nuevamente, de nariz muy interesante, con notas a fruta roja y negra y un toque balsámico que le da elegancia. En boca es bien frutal, taninos presentes y amalgamados, de acidez baja y final prolongado. La relación precio a calidad es excelente. El blend de MB y PV es un punto alto del proyecto, muy recomendable.
Terminamos con el Unique Blend 2019, el ícono del proyecto, un vino elaborado a partir de las mejores barricas de cada año. En este caso, el corte incluye MB (65%), PV (20%) y CS (15%). El vino listo pasa 18 meses en roble francés de primer uso y 12 meses más de estiba en botella. De nariz compleja, se aprecian notas a frutas rojas y negras en primer lugar que dejan lugar a notas de un perfil más especiado y algo balsámico. En boca mantiene la complejidad, de acidez media a media+ y taninos moderados, ofrece un final prolongado. Este corte único es de esos vinos que invitan a agitar la copa para encontrar las múltiples capas de aromas que tiene para ofrecer.