Degustamos los vinos de Trez Wines y Mazzota Estate Wines

El jueves 5 de abril estuvimos en la degustación de Trez Wines y Mazzotta Estate Wines en Alma de Los Andes. En el primer caso, el nombre Trez tiene que ver con los tres socios que conforman la bodega, Roberto Timms, Jorge Ramirez y Esteban Zombory. Mazzotta Estate pertenece a Gonzalo Mazzotta, quien es también el enólogo de Trez. Degustamos siete vinos, tres de Trez Wines y cuatro de Mazzotta Estate. 

El primer vino de Trez fue el Tokaji Harslevelu 2013 de Zombory Pince. 100% variedad Harslevelu procedente de Istenhegy, Hungría, con un rendimiento de solo 2400 kg por hectárea, se muestra con un color amarillo profundo y aromas a tilo y minerales y animales (cuero). Muy refrescante en boca, de un cuerpo apreciable y final medio a prolongado. Luego degustamos el Petit Trez Reserva Pinot Noir 2015, 7500 kg por hectárea, 9 meses de crianza en barricas de roble francés de 2do y 3er uso y 6 meses de estiba en botella. De un color rojo cereza pronunciado, resulta muy frutal en nariz, dominando la fruta roja (frutillas). De acidez y final elegantes en boca. Terminamos la degustación de Trez con el Winemaker's Edition 2010, 100% Malbec con uvas de Luján de Cuyo y Vista Flores, 18 meses de crianza en roble francés y americano y 36 meses de estiba en botella. De un color rojo granate profundo, presenta una nariz compleja con frutas rojas maduras y notas de la crianza en madera que acompañan sin opacar. Franco en boca, mantiene la complejidad, con taninos muy elegantes y final apreciable.

El primer vino de Mazzotta Estate fue el Blend de Blancas 2016, un blend de Sauvignon Blanc de La Consulta, Chardonnay de San Carlos y Torrontés de Maipú. Llama la atención su color amarillo dorado con reflejos verdosos. En nariz es muy interante con notas herbáceas y que recuerdan a la miel, en boca predominan notas cítricas (pomelo), una acidez equilibrada y un final agradable. Luego pasamos al Mazzotta ADN 2013, 100% Malbec de Agrelo, con 12 meses de crianza en barricas de roble francés y americano y otros 12 meses de estiba en botella, en nariz es un Malbec típico con mucha fruta roja y negra fresca, notas que persisten en boca a las que se suman notas a vainilla provenientes del paso por madera y un cierto amargor interesante en el retrogusto. De taninos muy sutiles se presenta con un final apreciable. Seguimos con el Icono 2012, 100% Malbec de La Consulta con 18 meses de crianza en barricas de roble francés y americano, muestra un color rojo profundo con tintes más claros en la herradura. En nariz se aprecia fruta roja madura, resultando muy franco en boca, con la madera bien acoplada, sin enmascarar las notas frutales. Los taninos son elegantes y el final apreciable. Terminamos la degustación con una perlita: un Semillon botritizado, con crianza en roble francés. De un color ámbar marcado (que da origen a su nombre), apreciamos un vino dulce, ideal para acompañar postres.

Degustamos los vinos de Mosquita Muerta Wines

El miércoles 28 de marzo estuvimos en la degustación de Mosquita Muerta Wines, un proyecto de blends premium con viñedos ubicados en Gualtallary, Vista Flores, Chacayes, Tupungato, La Consulta, Los Arboles, Altamira, Perdriel y Medrano que se caracteriza por el uso de huevos de hormigón para la fermentación de los vinos. El enólogo principal es Pablo Bassin y desde hace un año y medio cuenta también con Bernardo Bossi Bonilla. La degustación estuvo dirigida por Javier Paflik. Degustamos seis vinos del portfolio y el espumante Crazy for You, 100% Chardonnay de Vista Flores y Gualtallary.

Empezamos con la línea Perro Callejero de vinos relativamente jóvenes, sin paso por madera. El primero fue el Blanc de Bonarda 2017. De color dorado con reflejos verdosos, en nariz apreciamos aromas de frutas de pulpa blanca y cítricos. En boca resulta de una acidez marcada y refrescante. Seguimos con el Blend de Malbec 2016, realizado con uvas de Perdriel (el 50%), El Manzano y Chacayes (25% de cada zona) y un contacto de 6 meses con duelas de roble francés. Notamos cierta complejidad, con aromas de fruta roja, algo de especies y un toque láctico, al menos en una primera nariz. La complejidad se transfiere a la boca donde se suman sabores que recuerdan al mentol. Los taninos resultan muy suaves y el final es medio.

Saltamos a la línea Pispi, que tiene sólo una etiqueta: un blend de Malbec (40%, de Perdriel), Petit Verdot (20%, de Altamira), Bonarda (20%, de Medrano), Cabernet Franc (10%, de La Consulta) y Merlot (10%, de Tupungato). El 40% del vino fue criado en barricas de roble fránces de segundo uso. En este blend notamos una mayor complejidad que en el anterior, con frutas rojas y negras y nuevamente el mentol presente. Las notas especiadas también están presentes, sobre todo en nariz. Los taninos son muy sutiles y el final en boca es prolongado.

Luego degustamos el Sapo de Otro Pozo 2015, otro blend de Malbec (30% de Vista Flores y 30% de Gualtallary), Syrah (20%, de Chacayes) y Cabernet Franc (20%, de La Consulta). El 50% del vino fue criado en roble francés de primer uso durante 14 meses. La complejidad es notable, con notas herbáceas y vegetales predominando tanto en nariz como en boca. Los taninos están más presentes que en los vinos anteriores, pero nunca son invasivos. De final prolongado.

El anteúltimo paso fue Mosquita Muerta 2014, un blend con el 70% de Malbec (el 40% de Vista Flores y el 30% de Chacayes), 20% de Cabernet Sauvignon de Los Árboles, un 5% de Merlot de Tupungato y el 5% restante de Cabernet Franc de La Consulta. En este caso el 60% del vino fue criado en roble francés de primer uso durante 16 meses. En nariz sobresale la fruta roja madura, estando presentes las notas a pimientos en un segundo plano. La complejidad se mantiene en boca donde los taninos se hacen más presentes. El final es persistente.

Terminamos la noche con Malcriado 2014, nuevamente un blend de Malbec: 40% de Chacayes, 30% de Gualtallary y 30% de Vista Flores. El 100% del vino fue criado en barricas de roble francés de primer uso durante 24 meses. En nariz predomina la fruta roja bien madura, aunque notamos aromas a cuero en un segundo plano. Invita realmente a apreciarlo por unos minutos antes de probarlo. En boca se mantiene la complejidad, sumándose notas que recuerdan a la carne. El final es prolongado.                       

En resumen, un portfolio de productos que se caracterizan por su complejidad e invitan a dugustarlos lentamente, tomándose el tiempo necesario para apreciarlos detenidamente en nariz antes de beberlos.