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sábado, 25 de mayo de 2024

Degustamos buena parte del portfolio de Alta Yarí

El pasado 17 de mayo probamos cinco vinos de Alta Yarí, proyecto que Hervé Fabre tiene en Gualtallary y con el que busca elaborar el mejor vino posible de una tierra que siente suya y convertirse en uno de los más excepcionales productores de vinos de Argentina. La degustación estuvo guiada por su gerente comercial y embajador de marca Julio Stathakis.

Viñedos propios entre 1350 y 1600 msnm y tiempo para experimentar permitieron a Hervé y a Juan Bruzzone, encargado de la enología, encontrar el mejor terruño para el malbec, para el cabernet sauvignon, para el cabernet franc, para el chardonnay y para el torrontés. Y de un terroir óptimo se obtienen vinos excepcionales. Elaboran cuatro etiquetas para la línea Reserva y tres para la linea Gran Reserva. 

Degustamos tres Reserva. Arrancamos con el chardonnay 2020 que se elabora a partir de viñedos de bajo rendimiento, con maceración en contacto con pieles durante unas pocas horas para comenzar la fermentación en tanques de acero a 14-16 grados de temperatura. De color intenso que denota un paso por madera, en nariz muestra notas frutales, fruta verde (manzana) y fruta de carozo (durazno). En boca es de acidez media, típica del varietal, mucha frescura que lo pinta más como un vino joven, casi piletero. Sequimos con el malbec 2020 cuya elaboración empieza con una maceración en frío durante 4 días antes de la fermentación en tanques de acero. La mitad del vino pasa 12 meses en barricas de segundo y tercer uso. De nariz muy frutal, ciruelas y cerezas, un toque 'dulce' que recuerda a notas florales (violeta), de acidez media en boca, muy franco en lo frutal, taninos bien amalgamados y final persistente. Terminamos esta tanda de reservas con el cabernet sauvignon 2020, de elaboración similar al malbec. De nariz muy interesante, un perfil claramente especiado, que recuerda a la pimienta en grano, da lugar a notas herbarias (menta). Las notas frutales son bastante más sutiles y aparecen en una segunda nariz. De acidez media en boca, taninos presentes y final prolongado.
 
Probamos también dos Gran Reserva. Empezamos con el Gran Torrontés 2021, que tiene la particularidad de que antes del desborre el mosto pasa un día en contacto con el sólido, en frío, permitiendo que éste decante naturalmente. Un tercio del mosto fermenta en barricas de roble y el resto en tanques de acero y el vino listo pasa 6 meses en barricas de roble francés. De nariz muy cítrica, donde predominan los aromas a pomelo, muestra también sutiles notas vegetales. Es de acidez media+ en boca, muy refrescante, de final delicado. Y cerramos la degus con el Gran Malbec 2019, que tiene una elaboración similar a los Reserva, maceración en frío por 5 días y fermentación en tanques de acero para pasar 16 meses de guarda en barricas de roble francés. Las notas en nariz recuerdan a fruta roja, ciruelas y cerezas, con aportes muy sutiles de la madera en forma de aromas a vainilla. De acidez media en boca, taninos presentes y moderados, final prolongado y muy elegante. Un vinazo!

Qué mejor noticia que contar que mientras escribía esta nota, el Gran Corte 2022 fue multipremiado en el International Wine Challenge 2024 alcanzando 97 puntos y medalla de oro.  


 

martes, 21 de mayo de 2024

Probamos la nueva añada de los vinos de Sorol Wines

Probamos la añada 2022 de Sorol Wines, un proyecto de Sorrel Moseley-Williams, periodista y sommelier inglesa que vive en Argentina desde hace casi 20 años, y que comparte con Mauricio ‘Japo’ Vegetti, que es quien vinifica. La filosofía del proyecto es producir vinos de una misma cepa de lugares diferentes para poder apreciar el aporte de cada terruño al estilo del vino. 
 
Al igual que con la primera añada del proyecto, la 2021, en que lanzaron dos cabernet franc, uno de Chapanay y el otro de Gualtallary, para esta añada 2022 sacaron tres cabernet franc, de tres lugares diferentes, todos de Mendoza. 

El nombre de cada vino hace referencia a la altura relativa del lugar de donde provienen las uvas y así, castellanizando las palabras inglesas correspondientes, tenemos Jai, Jaier y Jaiest. En los tres casos la vinificación es similar, maceración en frío para extraer color y aromas pero no taninos, fermentación y crianza de 12 meses en barricas francesas usadas, con una muy pequeña proporción de barricas nuevas.

Jai (de ‘high’) se elabora con uvas provenientes de Altamira, a 1050 msnm, de suelo calcáreo. Para este vino, la vendimia se realizó en una etapa tardía. Jaier (de ‘higher’) se produce con uvas de Los Sauces, Valle de Uco, a 1100 msnm, una zona muy fría que da lugar a vinos de baja graduación alcohólica. Jaiest (de ‘highest’) se elabora con fruta de alto Agrelo, Luján de Cuyo, a 1200 msnm, de suelo pedregoso. 

Y yendo a los vinos, Jai mostró la nariz que uno espera para un cabernet franc, potente, notas a fruta roja y a piracina, que si bien recuerda al pimiento, no llega a ser morrón asado. En boca es bien fresco, de acidez media y taninos bien combinados. Jaier es el que se mostró más lentamente en nariz de los tres. Una vez que se abrió, los aromas fueron especiados (pimienta en grano) y fruta roja. En boca destacó la acidez marcada que contribuye a la sensación de frescura. Finalmente, en Jaiest notamos una nariz donde predominan aromas más herbáceos que especiados, con notas a morrón asado bien presentes, de acidez media en boca y taninos amalgamados.

Disfrutamos mucho los vinos de Sorrell y del Japo y, yendo a la parte subjetiva, nos gustó mucho el Jai, dejando un escaloncito abajo al Jaier y al Jaiest, en ese orden.






jueves, 9 de mayo de 2024

Probamos parte del portfolio de Sposato Wines

Probamos algunos vinos de Sposato Wines, proyecto de Tony y Karen Sposato quienes en 2013 compran 100 ha en Agrelo, Luján de Cuyo, para continuar el legado de los antepasados italianos de Tony, obteniendo la primera cosecha en 2016. En la actualidad cuentan con 60 ha plantadas con malbec, cabernet sauvignon, cabernet franc, bonarda, pinot noir, petit verdot y chardonnay quedan una producción de unas 120.000 botellas al año. La degustación estuvo guiada por Franz-Olivier Provost.

De la línea Classic probamos el malbec 2021, vino joven que pasa unos pocos meses en barricas de tercer y cuarto uso después de fermentar en tanques de acero y hacer la fermentación maloláctica. De nariz interesante, con un perfil floral (violetas) marcado y notas a fruta roja fresca que aparecen en una segunda nariz. En boca tiene un aporte dulce, de acidez media y taninos moderados que se combinan muy bien con el vino. De buen final. 

Pasamos a la línea Reserve y arrancamos con el pinot noir 2023, recién puesto a la venta. Este vino comienza la fermentación en tanques y la termina en barricas de de segundo, tercer y cuarto uso. Luego pasa 12 meses de guarda en barricas de roble francés y americano de primer uso. Nariz potente con notas a fruta roja bien presentes y otras que recuerdan a aromas terciarios como cuero y carne. Mantiene el perfil frutal en boca, de acidez media, interesante, y un final medio+ que redondea un muy rico pinot. Seguimos con un bonarda 2022 que tiene una vinificación similar al PN. De color muy intenso, bien típico del varietal, en nariz presenta notas florales bien marcadas y aparece fruta roja madura en una segunda capa de aromas. En boca es franco en lo frutal, de acidez media a media+, taninos presentes y bien combinados y un final medio a medio+. Y terminamos esta línea con un Red Blend Limited Edition 2020, un tetravarietal con mayoría de malbec (50%) y el resto repartido entre cabernet sauvignon, cabernet franc y petit verdot. La vinificación es similar a los otros reserva, solo que la crianza es de 14 meses en barricas de roble francés y americano. En nariz se aprecian notas a fruta roja y negra madura. En boca presenta taninos bien marcados, una acidez media y un final prolongado. Tres vinos más que interesantes donde a pesar de los 12 a 14 meses de crianza en madera, nunca se pierde el perfil frutal y floral de los varietales.

Y terminanos la degustación con el Grand Sposato Petit Verdot 2020, de la línea de los Grand, los reserva premium de la boldega. En este caso se hicieron maceraciones pre- y post-fermentativa y la fermentación se llevó a cabo a nivel micro en tanques de acero. La crianza fue de 18 meses en barricas de roble francés y americano de primer uso. Em nariz muestra un perfil complejo, donde predominan la fruta roja y la fruta negra maduras con un toque especiado que aparece recién en una segunda capa. De acidez media+ en boca, taninos bien marcados, lo que puede indicar que el vino puede quedar en estiba algo más de tiempo, y un final prolongado que termina de redondear un PV súper interesante.

En resumen,
vale la pena probar los ricos vinos que se elaboran en Sposato Wines.