Degustamos la primera añada del vino de Familia Chaumont, Mellecey Malbec 2020, elaborado por Emile Chaumont.
Emile, mendocino de nacimiento, nos cuenta que su familia comenzó nada menos que en 1798 a hacer vino en un pequeño pueblo de la Borgoña llamado Mellecey. En aquel entonces sus antepasados eran "vignerones", una mezcla de viticultor y enólogo. La tradición del vino fue pasando de padres a hijos hasta que el bisabuelo de Emile, ya la 5ta generación de la familia dedicada al vino, dejó Francia para venir a la Argentina. Su abuelo y su padre, 6ta y 7ma generaciones, siguieron la tradición y hoy Emile encarna la octava generación de la familia Chaumont dedicada a la elaboración del vino.
La trayectoria de Emile arranca en 2012, haciendo pasantías en Bodega Séptima durante dos cosechas. En 2013 y 2014 trabajó en Estados Unidos, para llegar en 2015 a Trapiche, donde estuvo hasta enero de 2016. Ese año se trasladó a Cafayate, donde trabajó por 6 años en Bodega el Esteco. En 2017, se sumó a La Liga de Los Enólogos y en 2018 inició el proyecto Piloto de Prueba con Daniel Guillén. En 2020 comenzó con el proyecto de Familia Chaumont. Consultado sobre el futuro del proyecto, Emile nos cuenta que la cosecha 2021 volverá a ser 100% Malbec, con la intención de incorporar etiquetas desde la añada 2022.
Como dijimos, ésta es la primera añada de Mellecey, elaborado con uvas 100% Malbec de Pucará, en el Valle Calchaquí salteño, a 2440 msnm. Se realizaron pequeñas vinificaciones y el vino ya listo pasó 12 meses en barricas de roble francés de 225 L de 4to uso y 12 meses más de estiba en botella antes de salir al mercado con una producción de solo 800 botellas. En vista destaca por un color violáceo muy intenso. En nariz se muestra intenso, con notas a fruta roja que predominan, para dar lugar a aromas a pimiento asado y un leve perfil herbal en una segunda nariz, dejando en claro el ADN del vino. En boca presenta un perfil netamente frutal, con acidez interesante que podría calificarse de media, taninos perfectamente amalgamados y un final medio a prolongado que termina de definir un vino muy elegante que vale la pena probar y seguir su evolución en futuras añadas.