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domingo, 20 de febrero de 2022

Visitamos bodega Dal Borgo en Animaná

En enero visitamos bodega Dal Borgo, un proyecto famililar que nace en 2010 con la compra de lotes en el piedemonte de las Sierras de Quilmes, en Animaná, Salta, a 1700 msnm. 

Durante los primeros años, se vendió toda la producción. En 2016 se inicia la actividad como bodega y en 2017 salen a la venta los primeros vinos propios. La finca está formada por 20 hectáreas plantadas con malbec, tannat, cabernet franc, torrontés y sauvignon blanc. La producción es de unas 70 toneladas, de las cuales se usan para vinificar aproximadamente un tercio lo cual da una producción del orden de las 15000 botellas por año. La enología corre por cuenta de Daniel Heffner, pero las primeras añadas fueron vinificadas por Mariano Quiroga Adamo. 

Disfrutamos de la visita guiados por Carla Dal Borgo, una de las dueñas de la bodega, con quien caminamos por los viñedos y conocimos las instalaciones. En un futuro próximo incorporarán un restorán que permitirá degustar los vinos acompañados de comida típica del Valle Calchaquí. 

Recorriendo la bodega, tuvimos oportunidad de probar un MB desde tanque de acero que va a salir a la venta este año y dos muestras, también de MB, una en barrica de roble francés y la otra en barrica de roble americano, ambos de 3er uso, con las que se compara el efecto de la madera en estos vinos. Experiencia interesante, ya que el primer MB presentaba un perfil claramente frutal en nariz pero en boca resultó bastante salvaje, indicando que todavía le faltaba reposar en el tanque. De los dos MB en barricas, el que reposaba en roble francés tenía un perfil muy típico de vino frutal, muy fácil de beber, mientras que el MB en roble americano presentaba aromas en los que la madera estaba más presente.

Bodega Dal Borgo tiene en la actualidad una línea joven, Almandino, con cinco etiquetas: MB, TN, TR, SB y un rosado de MB. Por otro lado, la línea Almandino Reserva tiene dos etiquetas, un MB y un blend de CF y TN. El nombre Almandino proviene del mineral de la familia de los granates que abunda en las Sierras de Quilmes.

Degustamos tres Almandino y los dos Reserva. El SB 2021, 100% varietal, vinificado en tanques de acero, sin fermentación maloláctica y con movimientos periódicos de las lías para aportar complejidad al vino. En nariz resulta de un perfil frutal, que recuerda al ananá y a cítricos, con aromas herbáceos en una segunda nariz, aportando complejidad. En boca destacan una acidez marcada, elegante, y un final que deja recuerdos cítricos. 

El TR 2021 también es 100% varietal y la vinificación es similar al SB. A la vista llama la anteción la coloración amarilla pálida que lo hace casi incoloro. En nariz predominan notas cítricas y florales, estas últimas recuerdan al azahar, y se percibe una sensación de dulzor que recuerda a la miel. En boca es franco, de acidez marcada y final elegante, mostrándose como un torrontés moderno. 

Dos blancos muy frescos, ideales para el verano. 

Terminamos con la línea Almandino degustando el MB 2021. Otro producto 100% varietal que se realiza con maceración prefermentativa en frío por cinco días, fermentación en tanques de acero y una segunda maceración, post-fermentativa, que tiene lugar durante 15 días. La segunda fermentación ocurre de manera espontánea. El 20% del vino se añeja en barricas de roble francés de 3er uso por 6 meses. De nariz compleja, muestra marcados aromas a fruta negra en primer plano, y notas herbáceas que aparecen en una segunda nariz para aportar esa complejidad de la que hablamos. En boca mantiene un perfil netamente frutal, de acidez media y taninos presentes que amalgaman bien con el resto, y de final medio. 

Probamos también los dos Almandino Reserva. El MB 2017, 100% varietal, se realiza con maceración prefermentativa en frío por siete días, fermentación en tanques de acero y una segunda maceración, post-fermentativa, que tiene lugar durante 15 días. La segunda fermentación ocurre espontáneamente y el vino pasa 12 meses en barricas de roble francés nuevo. En nariz resulta complejo, de un perfil netamente frutal, tanto fruta roja como negra, con notas "dulces" que recuerdan al higo en una segunda capa. La madera esta presente de manera muy sutil, acompañando los aromas característicos. En boca es muy franco, frutal, el aporte de la madera más marcado que en la línea joven, de taninos sutiles, acidez media y de final medio a prolongado. 

La segunda etiqueta de Almandino Reserva es un blend 2018, 70% CF y 30% TN, con un proceso de elaboración similar al MB Reserva. En este caso, la nariz es bien compleja, con notas a especies como menta o eucalipto en primer lugar, dejando lugar a notas a frutas rojas y negras como la ciruela y el arándano. La madera apenas perceptible, dejando que el vino exprese sus varietales. En boca es franco, manteniendo esa complejidad mostrada en nariz, de taninos más marcados, sin ser invasivos, de acidez media y de final prolongado. Un muy rico vino, muy disfrutable en todos los aspectos.  

Para destacar son las etiquetas de los Reserva: reproducciones de dos obras de la artista visual Laura Asaro. Los originales se pueden apreciar en el subsuelo de la bodega. 

viernes, 11 de febrero de 2022

Degustamos los vinos de bodega Caelum

 El 26 de enero degustamos parte del portfolio de bodega Caelum de la mano de uno de sus dueños, Hernán Pimentel, quien nos acompañó desde Agrelo por videoconferencia, y de Marcelo Perrozzi. 

La bodega está en Agrelo, en una finca de 60 hectáreas, de las cuales 30 están plantadas con pistacho y las otras 30 con vides, aunque aproximadamente la mitad se usa para vinificar, el resto se vende a otras bodegas. Las variedades plantadas son Malbec, Cabernet Sauvignon, Torrontés, Chardonnay, Fiano, Pinot Noir, Montepulciano y Petit Syrah, estos dos últimos en menor cantidad que los primeros. Puede considerarse una bodega boutique ya que la producción anual es del orden de 70000 botellas, de las cuales aproximadamente la mitad se exporta. 

Caelum cuenta con una línea Joven, de cuatro etiquetas: un rosado (blend de tintas), un CH, un MB y un CS. Le sigue un línea Reserva con un MB, un CS y blend de Blancas y una línea Gran Reserva con cinco etiquetas, un MB, un CS, un PN, un blend de tintas donde predomina el Montepulciano y el único blanco de esta línea, 100% Fiano. El portfolio se completa con una línea de dos etiquetas dulces, una a base de MB y la otra a base de TR. Finalmente, la bodega también tiene su propia champañera desde 2015 donde elaboran tres etiquetas bajo el nombre Eclat: Plata, Reserva y Solera. El enólogo es Juan Ubaldini.

Empezamos la degustación con el espumante Eclat Plata, un extra brut a base de CH y PN que pasó 36 meses en contacto con lías. Resulta de una nariz muy potente que recuerda a pan tostado predominantemente. De burbujas muy finas, es muy refrescante en boca. 

De la línea Reserva, probamos el CS 2015, un vino 100% varietal, con fermentación en tanques de acero y 12 meses de crianza en barricas de roble francés de 2do a 5to uso para producir 10000 botellas. El perfil en nariz es claramente frutal (frutas rojas maduras), con un toque especiado muy sutil. En boca notamos una acidez media y taninos bien presentes, aunque no invasivos. De final medio.   

Pasamos a la línea Gran Reserva, de la cual degustamos tres de las cinco etiquetas. La novedad para muchos (nosotros incluidos) fue el Fiano 2018, variedad del sur de Italia con la que se elaboran 4000 botellas este vino (100% varietal) a partir de cuarteles seleccionados. La fermentación se realiza en barricas de roble francés nuevas y antes que comience la fermentación maloláctica se lleva a crianza por 12 meses en tonelería variada, pero siempre de roble francés. En nariz se presenta complejo, con notas no muy usuales, que recuerdan a la avellana y a la cáscara del melón, y otras que le aportan un perfil más herbal. En boca tiene una acidez marcada y refrescante, dejando un picor muy interesante hacia el final. 

Seguimos con el Gran Reserva PN 2019, otro vino 100% varietal del que se elaboran 3000 botellas solamente. En este caso, la fermentación maloláctica no se detiene y los 12 meses de crianza se dan en barricas exclusivamente.  En boca muestra un perfil frutal marcado que recuerda a frutas rojas, donde el paso por madera se manifiesta en forma de notas especiadas que combinan muy bien con las notas varietales. En boca se percibe una acidez media a media+, taninos muy suaves y final agradable. 

Terminamos esta parte de la degustación con el Gran Reserva Blend 2018, elaborado a base de Montepulciano (50%), CS (25%), MB (15%) y Petit Syrah el porcentaje restante, con un rendimiento de solo 2000 botellas. Cada variedad macera y  fermenta en barricas sin tapa, por separado, y la fermentación maloláctica y la crianza por 20 meses se llevan a cabo en barricas de roble francés nuevas. De naríz compleja, notas balsámicas, regalíz y especies se combinan para dar uno de los puntos altos de la noche. En boca resulta bastante franco, de acidez media a media-, taninos presentes y moderados y final prolongado. 

El último vino de la noche fue un TR dulce 2017 de la línea Nuvola Dolce, en donde los racimos son secados en una sala luego de cosechados hasta lograr una concentración de azúcar deseada producto de la deshidratación de los granos, un proceso que denomina appassimento. El vino lleva una crianza de 10 meses en barricas de roble francés y se producen 500 botellas al año con 80 g de azúcar por litro. En nariz predominan notas a cáscaras de naranja caramelizadas y en boca se aprecia la textura típica de un vino dulce.