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lunes, 20 de marzo de 2023

Probamos casi todo el portfolio de Finca Bandini

 

Degustamos gran parte de los vinos de Finca Bandini de la mano de su gerente comercial, Amílcar Bortolamedi. 

La finca, un proyecto familiar llamado House of Wines por sus dueños, se encuentra en Las Compuertas, Luján de Cuyo, sobre 75 ha plantadas con malbec y cabernet sauvignon. Además, cuenta con viñedos de uvas blancas en Chacayes, para elaborar el blanc de blancs de Los Muros. Elabora alrededor de 100.000 botellas al año y tienen una capacidad de elaboración de 300.000 botellas al año, a la cual esperan llegar.  

El proyecto cuenta con el asesoramiento enológico de Marcelo Pelleriti y el asesoramiento agronómico de Marcelo Canatella. 

Producen siete etiquetas de vino tranquilo y un espumante: un rosado de malbec en la línea Finca Baldini, un blanc de blancs y un malbec en la línea Dos Cauces, otro blanc de blancs y un blend de malbec y cabernet sauvignon bajo el nombre de Los Muros, un malbec de alta gama en la línea Magno Corpore y el ícono de la finca, el malbec Terroir Único. El espumante, Aurum, es un extra brut. 

Arrancamos con el rosado de malbec, cosecha 2022, que tiene en realidad un 5% de cabernet sauvignon. Ambos varietales maceran en ambiente libre de oxígeno y son prensados suavemente para minimizar la extracción de color. La cofermentación se da en contacto con lias y al final de la misma el 95% del corte va a huevos de cemento y el 5% restante a vasijas de cerámica, donde pasan unos pocos meses antes del envasado. De nariz elegante, con notas a fruta roja y un toque láctico muy interesante. En boca predomina lo frutal, una acidez marcada y agradable y una untuosidad que sorprende para un rosado. Muy rico vino que vale pena probar, de excelente relación precio/calidad.
Seguimos con el blanc de blancs de Los Muros, 2021. Un tetravarietal por partes iguales de chardonnay, sauvignon blanc, viognier y gewurztraminer, las cuales cofermentan en huevos de concreto luego de un prensado muy suave y una maceración a baja temperatura para preservar los aromas de las variedades más aromáticas. Al final de la fermentación, el 25% del vino se lleva a barricas de roble francés de primer uso, quedando el 75% restante en concreto. La crianza es de 7 a 8 meses. El vino presenta notas cítricas en nariz, con alguna arista de fruta de pulpa blanca. Las notas cítricas se repiten en boca, a las que se suma una acidez media+ y una complejidad aportada por la madera que dan un buen final a este vino elegante. 

Pasando a los tintos, probamos el malbec de Dos Cauces 2019, 100% malbec de Las Compuertas. La fruta pasa dos días a baja temperatura macerando para extraer antocianos y luego comienza la fermentación en huevos de concreto, donde posteriormente macera nuevamente pero ahora a alta temperatura, para quedar unos meses en crianza. De nariz compleja, primera nariz frutal, fruta roja fresca, que da lugar a una segunda nariz que recuerda a las violetas y al mentol. En boca, el perfil frutal está presente, los taninos resultan marcados, de acidez media y un final medio a prolongado. Si te gustan los vinos jóvenes, no demasiado ácidos, y con taninos que se noten, tenés que probar este. Uno de los puntos altos de la degus.

El siguiente vino fue el blend de Los Muros, cosecha 2019. Este blend es 87% malbec y el resto cabernet sauvignon. La vinificación es similar al malbec de Dos Cauces. El 30% del producto final va a barricas de roble de segundo y tercer uso por 12 a 14 meses antes de embotellar. En nariz se nota un vino potente, mucha fruta roja y un apreciable aporte de la madera con notas a chocolate y un perfil láctico interesante. En boca es bien tánico, de acidez media y con sabores que recuerdan el paso por madera y dan un final prolongado. Si te gustan los vinos en donde la fruta y la madera combinan bien, tenés que probar este vino. 
Terminamos con el Magno Corpore 2018, otro monovarietal 100% malbec. Nuevamente, la vinificación es similar a los dos tintos anteriores, la maceración prefermentativa un poco más extensa. el 20% del vino pasa a barricas de primer uso y el 80% restante a barricas de segundo uso, ambos durante 18 meses. En boca es complejo, la fruta roja y sutiles aromas florales combinan bien con notas que recuerdan a la madera como el café por ejemplo. En boca es franco en cuanto al perfil frutal, la madera está presente, los taninos bien marcados, de acidez media y un buen final. Un vino elegante.


jueves, 23 de febrero de 2023

Degustamos los vinos de Las Estelas junto a Estela Perinetti

Tuvimos oportunidad de probar gran parte del portfolio de Las Estelas, proyecto familiar que tiene a la cabeza a la Ing. Agrónoma y Enóloga Estela Perinetti, quien además guió la degustación. Estela tiene una enorme trayectoria de trabajo, que incluyen 20 años en el Grupo Catena, empezando en Escorihuela Gascón, estando luego a cargo de Caro (proyecto del Baron Eric de Rothschild y de Nicolás Catena) y también de Luca, proyecto de Laura Catena. Además, estuvo a cargo de la enología de La Pirámide. Su trayectoria incluye también viajes de estudio y de trabajo a Francia y a Estados Unidos.  

El origen de este proyecto familiar se remonta a 1940, cuando el abuelo de Estela compra un terreno en la zona fría de Tupungato conocida como El Peral, a una altura de casi 1300 msnm y al que llamó Finca Mangato. Pero fue recién en 2016 cuando Estela vinificó su primera cosecha que salió a la venta en 2019 en forma de dos etiquetas y unas 3000 botellas. En la actualidad, Finca Mangato dispone de 32 ha plantadas con diferentes variedades y una capacidad del orden de 50000 botellas (esperando llegar pronto a las 100000). Comercializa dos etiquetas, Las Estelas y Leticia, ésta inspirada en la hija de Estela. Con el nombre del proyecto, Estela quiso recordar a su abuela y a su madre, de quienes heredó no solo el nombre, sino también la pasión por el trabajo. 

Probamos dos vinos de la línea Leticia, un rosado de tintas y un blend de cabernet sauvignon y cabernet franc; tres vinos de Las Estelas, un pinot noir, un blend de malbec y cabernet franc y un chardonnay, y el Estela Perinetti Grand Vin. 

Los vinos de Leticia representan la línea joven de Las Estelas, vinos frescos, sin paso por madera (o con muy poco). El Rosado de Tintas 2022 tiene una base importante de syrah (del orden del 60%), con malbec y pinot noir completando el porcentaje restante. El PN fue cosechado un poco antes de la fecha óptima para asegurar una acidez marcada en el vino. De nariz muy frutal, anticipa la frescura y acidez que se aprecian en boca, un vino ideal para los días calurosos de verano. 

El blend de los cabernet, cosecha 2021, resultó muy interesante, de nariz frutal, con algo de especies y un toque balsámico, en boca resulta bastante franco en lo frutal, con taninos marcados, acidez media y final medio. El CS tiene un leve paso por madera de segundo uso.  

El PN 2021 de Las Estelas fue elaborado con uvas que Diego Rosso posee en Tunuyán, más precisamente en San Pablo, a 1400 msnm. A la vista se aprecia un color más intenso que el color pálido de un PN típico, en nariz aparecen notas a fruta roja y negra que recuerdan a las cerezas, bien típicas del varietal, y que combinan con aromas más sutiles que recuerdan a notas florales. En boca se aprecian notas frutales junto a una acidez media+ y un final medio que deja ganas de seguir tomando este PN. El vino listo pasó unos 10 meses en barricas de roble de segundo y de tercer uso. 

El blend 2020 de Las Estelas está elaborado con uvas malbec (65%), cabernet franc (27%) y cabernet sauvignon el porcentaje restante. Aunque toda la fruta es de Finca Mangato, las vides están plantadas en diferentes suelos. Luego de la fermentación, el vino pasa 12 meses en barricas de primero y segundo uso. Luego de una primera nariz bien frutal, aparecen notas herbáceas que recuerdan a la menta, es un vino para esperar, los aromas no se perciben enseguida. En boca es franco en lo frutal, de acidez media-, taninos bien presentes y de final medio a prolongado. 

Las Estelas Chardonnay 2021 está elaborado con fruta de Finca Valmore, situada en El Peral, a casi 1400 msnm y plantada sobre suelo calcáreo. Una de las zonas más frías de El Peral. Un 5% de los racimos fermenta entero y el vino pasa 7 meses en barricas nuevas de 500 L para asegurar una oxigenación suave. De nariz muy interesante, con mucha fruta blanca presente y algunas notas más herbáceas que acompañan. En boca es bastante franco, de acidez bien marcada y elegante al mismo tiempo, característica de un terroir frío, suntuoso y de final medio. 

Y terminamos la degustación con el Estela Perinetti Grand Vin 2019. Este blend de CS y MB tiene porcentajes variables según la añada, pero siempre cercanos al 50 y 50, y ambas variedades de Finca Mangato. Según la propia Estela constituye su 'interpretación particular de la expresión del terruño familiar.' Con 16 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés, se presenta con una nariz muy elegante, balsámica, con notas a menta, pimienta y algo floral. La madera hace un aporte muy sutil con notas que recuerdan al higo y a la vainilla. En boca es muy interesante, con notas frutales bien presentes, taninos perfectamente amalgamados, de acidez media a media- y de final prolongado. Sin dudas, el punto alto de la noche, pura elegancia, en nariz y en boca, un vino para disfrutar con todos los sentidos.       

lunes, 13 de febrero de 2023

Probamos el nuevo vino de la Cueva de Musu: Corazón Cuevero, elaborado por Cristian Moore

 Probamos Corazón Cuevero, el octavo vino de la Cueva de Musu, elaborado por Cristian Moore, enólogo de Corazón del Sol. 

Corazón Cuevero es un malbec, que es en realidad un blend de terroirs, con fruta de la bodega Innocenti en Altamira (un 70%) y el 30% restante proveniente de fincas de The Vines, vecinas a Corazón del Sol, en Chacayes, las cuales son trabajadas durante todo el año por CdS para asegurar los estándares de sus vinos. Nos cuenta Cristian que originalmente el vino iba a ser solo de Altamira, buscando el perfil mineral y la elegancia que aporta el terroir, pero notaron que el aporte de Chacayes, en cuanto a notas más especiadas y salvajes moderadas por el paso por madera, mejoraban notablemente el producto final. 

Yendo a la elaboración del vino, Cristian nos comenta que la fruta de cada terroir se fermentó por separado, en tanques de acero de poca capacidad con remontaje y pisonage y con la característica de prensar antes que fermente la totalidad del mosto con la finalidad de tener un producto con azúcar en leve exceso que mejora notablemente la percepción en boca según su experiencia. El vino ya listo pasó 12 meses en barricas de 160 y de 225 litros de segundo y tercer uso. Las barricas más pequeñas aseguran una micro-oxigenación más intensa que favorece mucho a los malbec con intensidad tánica. El vino fue embotellado a fines de 2021, pasando casi todo el 2022 en estiba en botella antes de salir en camino a la Cueva.   

En  cuanto al vino, en nariz es complejo, resaltando la sensación de vino fresco. Evoluciona en capas, donde en la primera están presentes notas a fruta roja que recuerdan el perfil elegante de Altamira. En una segunda capa aparecen aromas florales bien marcados, que recuerdan a la violeta, y que según nos dice Cristian es la 'marca registrada' de Chacayes, un perfil más herbal, floral y salvaje que es domado por el paso por madera. En boca es franco en cuanto a las notas frutales, acidez media+, más que interesante, con taninos que marcan su presencia y combinan muy bien con el resto, el aporte de la madera muy sutil, apenas presente, de final medio. Un vino bien cuevero, donde se combinan perfectamente la acidez y la frescura en un producto muy bebible. 

Mención aparte para la etiqueta que no es otra cosa que el frente de la Cueva de Musu!!


miércoles, 25 de enero de 2023

Probamos la primera añada de Cuestión de Tiempo de Rafa Domingo

Siguiendo con los proyectos personales de enólogos reconocidos, probamos la primera añada de Cuestión de Tiempo, el blend de Rafa Domingo, enólogo (y uno de los dueños) de Domingo Molina, bodega situada en Yacochuya, Cafayate.  

Esta añada, 2020, está elaborada a partir de uvas cabernet sauvignon, tannat y malbec, todas ellas de viñedos ubicados en Tolombón, a 1900 msnm y a unos 15 km al sur de Cafayate. Si bien no hay un proporción exacta, nos cuenta Rafa que aproximadamente el 80% del blend es malbec y el 20% restante se reparte entre el CS y el TN. El corte MB-CS-TN es el corte típico del Valle Calchaquí y eso es lo que quiere representar Rafa, aprovechando la elegencia y frescura que aporta el MB, la potencia del TN y la piracina del CS. 

Se cofermentaron las tres variedades en huevos de cemento con intervención mínima, esto es mojando el sombrero con baldes. Una vez listo el vino, quedó por 6 meses más en los huevos de cemento y luego pasó a barricas de roble de 225 litros y de primer uso, donde permaneció 10 meses más. La producción fue de solamente 1200 botellas. 

Antes de pasar el vino, merece mención especial la etiqueta. Lo primero que uno nota es una huella digital (la de Rafa) enmarcada en un círculo de dos colores, dividido por una línea. Esa línea es la línea del tiempo y los colores representan el cielo y el color más ocre de la Quebrada. Un poco más abajo vemos una secuencia de 11 puntos, uno diferente al resto que representa la madurez, la necesidad de cambio, y la letra O de la palabra Cuestión está representada por el 12do punto, en rojo, que indica que ese cambio, esa madurez, llegó. En el borde superior derecho de la etiqueta leemos Veritas Vincit, que siginifica "la verdad vencerá". Finalmente, el nombre del vino hace referencia a una película inglesa, About Time, que cuenta la habilidad de un joven, heradad de su familia, de viajar en el tiempo. 

Probamos el vino y nos encontramos con una naríz típica del NOA, como no podía ser de otra manera para el corte clásico de la región. Mucha fruta negra presente con notas especiadas más sutiles y el infaltable pimiento asado apareciendo en una segunda capa de aromas. En boca resulta bastante franco, de perfil frutal, de acidez media y taninos bien presentes y amalgmados con el vino. De final medio a prolongado, nos encontramos con vino elegante, potente, que representa todo lo que uno espera de la tradición vinícola del NOA.  

Nos cuenta Rafa que está trabajando en la añada 2021 del vino, mismos viñedos y mismo estilo de elaboración, solo que aumenta la crianza en huevos respecto a la crianza en barricas, las cuales serán de 2do uso.   

Probamos la añada 2020 de Inimaginable de Claudio Maza

Seguimos probando los vinos que pertenecen a proyectos personales de reconocidos enólogos, en este caso probamos la segunda añada, 2020, de Inimaginable, un malbec con un poquito de cabernet franc que elabora Claudio Maza, jefe de enología de El Esteco, Cafayate.
 
El vino está elaborado con uvas malbec de Molinos y cabernet franc (sólo un 5%) de San Carlos, ambas localidades del Valle Calchaquí, a unos 2000 msnm. Las uvas se cofermentaron en tanques de acero inoxidable y el vino listo pasó 12 meses en barricas de roble de 500 litros, el 50% del vino en barricas de 1er uso y el otro 50% en barricas de 2do uso. La producción es de solamente 3120 botellas. 

Yendo al vino, destaca una nariz potente, de perfil claramente frutal (fruta roja), muy agradable. En boca es franco en lo frutal, con una acidez muy interesante que le otorga un perfil de vino moderno, de taninos presentes y muy bien combinados, de final medio. En resumen, lo que nos propone Claudio en esta nueva (segunda) añada de su Inimaginable es un vino moderno, donde la potencia aromática en nariz combina muy bien con la acidez en boca, dando lugar a un producto muy tomable. 

Para ir calmando las espectaativas, nos cuenta Claudio que la añada 2021 ya está envasada, pero no nos pudo adelantar mucho más que el origen de las uvas: nuevammente San Carlos y Pucará. Ya la estamos esperando! 

miércoles, 26 de octubre de 2022

Charlamos con Christian Gotz, dueño de Vinos Adentro, y probamos algunos de sus vinos

 A raiz de la feria Catar 2022 organizada por la Asociación Civil de Sommeliers de la Provincia de Buenos Aires, los días 14 y 15 de octubre pasados, tuvimos oportunidad de charlar con Christian Gotz, dueño de Vinos Adentro, emprendimiento que lleva adelante en Cachi Adentro, en el Valle Calchaquí salteño. Agradecemos a Tomás Scala, sommelier de la bodega, quien hizo el contacto. 

Nos cuenta Christian que su objetivo al visitar Argentina, hace ya muchos años, era escalar el Nevado de Cachi, un cerro de casi 6400 msnm. El clima no ayudó a la actividad pero le permitió descubrir su lugar en el mundo: Cachi Adentro. 

En 2005, Christian compra 15 ha de tierra, que luego amplió con otras 15 ha, fundando su finca Río las Arcas al pie del Nevado, a unos 2700 msnm. Ese mismo año comenzó el trabajo en la tierra, con todas las dificultades que implican la falta de agua, electricidad y rutas para el transporte. Todas las actividades se llevan a cabo con los habitantes del lugar priorizando el respeto por las costumbres locales. Christian vive en la finca y viaja unas dos veces al año a su Suiza natal.  

Hoy en día, Vinos Adentro representa 8 ha plantadas, 6 de ellas con malbec, una con merlot y la restante con torrontés. La orientación de las vides es este-oeste sobre la ladera del cerro, aprovechando los casi 100 m de diferencia de altura entre los extremos para dar personalidad a los vinos. La vinificación se realiza en una bodega vecina, llegando a una producción de unas 47000 botellas al año, de las cuales el 20% aproximadamente se exporta a Suiza y a Francia. Como nota de color, recientemente en una cata a ciegas organizada por una revista especializada en vinos para Suiza, Alemania y Austria, tanto el Gran Nevado como el Adentro Malbec quedaron primeros en sus categorías. El objetivo a futuro es contar con una bodega propia. 

Los primeros vinos, de la línea Adentro, salieron a la venta en 2011 y hoy cuenta con cuatro etiquetas: un malbec, un merlot, un torrontés y un rosado de malbec. En todos los casos, la fermentación ocurre en tanques de acero inoxidable y en el caso de los dos tintos, el vino pasa 12 meses en barricas de roble francés de 3er y de 4to uso. Una particularidad con el rosado de malbec es que se elabora por sangría del mosto reservado para el Gran Nevado, lo que habla de la calidad de ese rosado. 

La línea Gran Nevado tiene dos etiquetas, un blend de malbec y merlot y un reciente torrontés. El blend se elabora a partir de una base predominante de malbec con un porcentaje de merlot que no supera el 13%, siempre usando las mejores uvas. Cerca del 30% del vino fermenta en barricas nuevas y el vino terminado pasa 15 meses en barricas nuevas y de 3er uso. En el caso del torrontés, el paso por madera es de solo 6 meses.  

La nueva etiqueta de Vinos Adentro es el malbec Cacheño. Elaborado a partir de uvas provenientes de un cuartel especialmente frío en cuanto a temperatura para aprovechar una mayor acidez en el producto final, pensando en un público joven, no tiene paso por madera. Resulta muy simpático leer en la contraetiqueta que Christian se autopercibe un vitivultor cacheño, una muestra más de su identificación con Cachi. 

Tuivimos oportunidad de probar los dos tintos de la línea Adentro y el nuevo Cacheño. Ambos malbec se caracterizan por una nariz floral muy marcada, una nota que no es usual en el malbec del Valle. En el caso del Adentro, aparecen notas más complejas, más típicas, como ser fruta roja y negra y algo de especias. En el caso del Cacheño, mantiene una frescura interesante que se refuerza con una acidez marcada en boca que lo hace muy bebible, cumpliendo con creces con el objetivo perseguido por Christian de elaborar un vino para el público joven. El merlot muestra notas que recuerdan a una mermelada de fruta roja con algo de especias. El aporte de la madera es mínimo en los vinos Adentro, otorgando elegancia en boca y aportando a un final medio a prolongado en ambos casos. 

miércoles, 5 de octubre de 2022

Probamos las nuevas añadas de algunas de las etiquetas de Mendel

Tuvimos oportunidad de probar las nuevas añadas de algunas etiquetas de Mendel guiados por Roberto De La Mota: el blend Rosadía, los Finca Remota Blend y Malbec y el Finca Los Andes Malbec. Probamos también una novedad, un vino blanco dulce elaborado a base de Petit Manseng. 

Abrimos la degustación con un conocido, Mendel Semillon 2021, elaborado con uvas de Altamira, Valle de Uco, con el 15% del mosto fermentando en barricas de roble francés nuevas, permaneciendo un total de 6 meses en las mismas. El porcentaje restante fermenta en tanques de acero. De nariz muy interesante, donde se combinan notas a frutas de pulpa blanca con sutiles aromas florales quedan lugar a un perfil en boca en donde predomina la acidez, con alguna nota cítrica presente, y un final medio. Sin dudas, uno de los mejores semillon que se elabora en el país. 

Pasamos al rosado Rosadía 2022, un blend a base de Pinot Noir (50% aproximadamente), Merlot y Cabernet Franc en partes iguales. Solo en la primera añada de la etiqueta, en 2018, el blend incluyó Malbec. Recién embotellado, a principios de septiembre según nos contó Roberto, es un rosado de nariz muy elegante, con un claro perfil frutal, con notas que recuerdan a fruta de pulpa blanca, perfil que se mantiene en boca a lo que se le suma una acidez media+ y un final medio a prolongado. 

Seguimos con el Winemaker's Blend de Finca Remota, añada 2019. Es un blend de Malbec (65%) y Cabernet Franc, ambas de la finca que la bodega posee en Altamira. La maceración/fermentación se realizó en vasijas pequeñas por 4 semanas y el producto final pasa 16 meses en barricas de roble francés de tamaño variable entre 225 y 600 L. En nariz es bien complejo, con notas a frutas rojas y negras maduras que recuerdan a la guinda, la cereza y la frambuesa, que dan lugar a otras que podemos relacionar con el paso por madera, como ser tabaco y regaliz. En boca es bastante franco, con un perfil frutal bien marcado, acidez media y taninos presentes pero muy moderados, de final prolongado, estamos en presencia de un vino con un potencial de guarda del orden de 20 años. 

El siguiente vino fue el Malbec de Finca Remota, añada 2020, con uvas de la finca de Altamira que da nombre a esta etiqueta y con una vinificación similar al blend anterior. En nariz mantiene la complejidad del Winemaker's Blend, con un perfil frutal que recuerda a frutas rojas y negras frescas, con notas florales muy sutiles que se amalgaman perfectamente. El aporte de la madera es muy elegante, otorgando notas a tabaco y regaliz. En boca es franco, de perfil frutal presente, con una acidez muy interesante, propia del terroir, taninos moderados y de final prolongado. Un vino increíble, con un potencial de guarda del orden de 20 años. 

Terminamos la degustación con el Malbec de Finca Los Andes, de Perdriel, también 2020 y elaborado según la Denominación de Origen Controlada Luján de Cuyo, con una vinificación similar a los vinos de Finca Remota, maceración/fermentación en vasijas pequeñas por 4 semanas y 16 meses en barricas de roble francés de 600 L. En nariz es marcadamente frutal, con notas a fruta roja, como la ciruela, más presentes, algo esperable en un malbec de Luján. Los aportes de la madera están más presentes, con notas a tabaco y regaliz. En boca es bien frutal, con notas que recuerdan a la ciruela, de acidez media y taninos moderados, el final es prolongado regalándonos otro vino enorme de Roberto.

Cerramos con un plus, un vino blanco dulce, elaborado con la variedad Petit Manseng que tiene la particularidad de permitir cosechas tardías gracias a que el aumento del azúcar en las bayas viene acompañado de una acidez que se mantiene constante en lugar de disminuir. El vino dulce resultante tiene como rasgo a destacar una acidez muy interesante, usualmente no encontrada en vinos de postre. 

En resumen, las nuevas añadas de algunos de las etiquetas de Mendel mantienen esa calidad enorme a la que nos tiene acostumbrado Roberto De La Mota.   

domingo, 4 de septiembre de 2022

Degustamos la primera añada de Mellecey Malbec 2020 de Familia Chaumont

Degustamos la primera añada del vino de Familia Chaumont, Mellecey Malbec 2020, elaborado por Emile Chaumont. 

Emile, mendocino de nacimiento, nos cuenta que su familia comenzó nada menos que en 1798 a hacer vino en un pequeño pueblo de la Borgoña llamado Mellecey. En aquel entonces sus antepasados eran "vignerones", una mezcla de viticultor y enólogo. La tradición del vino fue pasando de padres a hijos hasta que el bisabuelo de Emile, ya la 5ta generación de la familia dedicada al vino, dejó Francia para venir a la Argentina. Su abuelo y su padre, 6ta y 7ma generaciones, siguieron la tradición y hoy Emile encarna la octava generación de la familia Chaumont dedicada a la elaboración del vino.

La trayectoria de Emile arranca en 2012, haciendo pasantías en Bodega Séptima durante dos cosechas. En 2013 y 2014 trabajó en Estados Unidos, para llegar en 2015 a Trapiche, donde estuvo hasta enero de 2016. Ese año se trasladó a Cafayate, donde trabajó por 6 años en Bodega el Esteco. En 2017, se sumó a La Liga de Los Enólogos y en 2018 inició el proyecto Piloto de Prueba con Daniel Guillén. En 2020 comenzó con el proyecto de Familia Chaumont. Consultado sobre el futuro del proyecto, Emile nos cuenta que la cosecha 2021 volverá a ser 100% Malbec, con la intención de incorporar etiquetas desde la añada 2022.

Como dijimos, ésta es la primera añada de Mellecey, elaborado con uvas 100% Malbec de Pucará, en el Valle Calchaquí salteño, a 2440 msnm. Se realizaron pequeñas vinificaciones y el vino ya listo pasó 12 meses en barricas de roble francés de 225 L de 4to uso y 12 meses más de estiba en botella antes de salir al mercado con una producción de solo 800 botellas. En vista destaca por un color violáceo muy intenso. En nariz se muestra intenso, con notas a fruta roja que predominan, para dar lugar a aromas a pimiento asado y un leve perfil herbal en una segunda nariz, dejando en claro el ADN del vino. En boca presenta un perfil netamente frutal, con acidez interesante que podría calificarse de media, taninos perfectamente amalgamados y un final medio a prolongado que termina de definir un vino muy elegante que vale la pena probar y seguir su evolución en futuras añadas. 

sábado, 3 de septiembre de 2022

Probamos los vinos de Solito Va, el proyecto de Leandro Velázquez

Probamos los vinos que elabora Leandro Velázquez para su proyecto Solito Va. Leandro hizo su experiencia como enólogo en Salentein y en bodegas del exterior, pero en 2017 elaboró 600 botellas de Malbec en la casa de su abuelo y ese fue el punto de partida para Solito Va. Hoy en día elabora unas 30000 botellas (tiene una capacidad máxima de 50000) repartidas en 6 etiquetas. Las uvas no son propias sino que son compradas a productores de diferentes zonas, según el varietal. Algo que sí es común a la elaboración de todos sus vinos es una cosecha temprana que busca bajo contenido alcohólico, acidez natural marcada y un producto final que se beba fácil. Tanto la maceración como la fermentación se da en piletas de concreto y solo algunos de los vinos pasan por madera posteriormente. 

Empezamos con un Semillón 2022, elaborado con uvas provenientes de Chilecito, Mendoza. En este caso no hay paso por madera. Mucha "frescura" en nariz, con aromas que van de notas cítricas a fruta blanca, notablemente ananá. Es muy franco en boca, con notas a fruta blanca muy presentes, acidez media a media+, elegante y al mismo tiempo de fácil beber. 

Pasamos a un naranjo elaborado a partir de Pedro Ximénez, uvas de La Consulta, añada 2022, todavía sin etiqueta tal como se ve en la foto. La maceración del vino listo con sus pieles para extraer color (y algo de taninos) fue de 4 meses. De nariz muy especiada al comienzo, notas a romero, tomillo, se va tornando más compleja con el paso del tiempo y la aireación. En boca se presenta bien seco, de acidez marcada y taninos que se aprecian levemente. 

Probamos el primero de los cuatro tintos elaborados por Leandro, un Malbec 2020, elaborado con uvas provenientes de El Cepillo. El 10% de la uva va a las piletas de concreto con racimo entero y entre un 20 y un 30% del vino pasa por roble francés antes de embotellar. De nariz interesante, donde las notas vegetales y frutales, tanto fruta roja como negra, combinan muy bien. En boca es bastante franco en lo frutal, de acidez marcada, taninos presentes y muy fácil de beber.

Seguimos con un Cabernet Franc 2019, elaborado con uvas de La Consulta. Con un proceso de vinificación similar al del Malbec, el 50% del vino ya listo pasa 12 meses en barricas de roble francés usadas. En nariz tardó un poco en expresarse, pero cuando lo hizo se hicieron patente notas a fruta roja y y algo de pimiento, muy sutil. En boca es muy agradable, de acidez marcada y taninos presentes pero no invasivos, ofrece un final medio, fácilmente bebible. Uno de los puntos altos de la noche. 

La siguiente etiqueta fue un Cabernet Sauvignon 2019, con uvas de Altamira, donde ahora el 70% de vino pasó 12 meses en barricas de roble usadas. Una nariz muy típica, notas piracínicas bien presentes, combinadas con fruta negra y roja. En boca es frutal, con taninos marcados y de acidez media. De final medio, es un buen ejemplar de CS. 

Terminamos la degustación con el blend Tato 2019, que lleva el nombre del abuelo de Leandro. Solo 1000 botellas elaboradas a partir de Malbec de El Cepillo (85%) y Petit Verdot de La Consulta. El 100% del vino ya listo pasa 12 meses en barricas de roble francés. De nariz marcadamente frutal, aparecen notas especiadas en una segunda nariz. En boca es muy franco, muy frutal, de acidez media y taninos presentes pero bien amalgamados, de final medio a prolongado. El tope de gama del proyecto de Leandro que mantiene la facilidad de beber de toda la línea. 

domingo, 21 de agosto de 2022

Probamos los vinos de Sebastián Bisole y familia: Los Bisole

Degustamos los vinos que Sebastián Bisole hace junto a su familia, en un proyecto que justamente se llama Los Bisole. Sebastián también comparte actualmente con su amigo Norberto Páez la elaboración de los vinos Paso a Paso, una serie de vinos microvinificados. 

Los Bisole son diez vinos cuyas etiquetas tienen la particularidad de representar, mediante dibujos, a los miembros de la familia, asociando cada varietal con sus personalidades. El portfolio está conformado por 3 varietales (Malbec, Cabernet Franc y Petit Verdot), 5 blends de dos variedades (Pinot Noir/Petit Verdot, Merlot/Cabernet Sauvignon, Cabernet Sauvignon/Cabernet Franc, Bonarda/Malbec y Malbec/Cabernet Franc) y dos trivarietales (Cabernet Sauvignon/Cabernet Franc/Merlot y Malbec/Cabernet Franc/Petit Verdot). El varietal que representa a Sebastián es el Petit Verdot. El mismo Sebastián explica que “elegí el Petit Verdot para mí, porque es un desafío permanente trabajarlo y desarrollarlo como se merece”.

Respecto a las uvas, todas de la añada 2019 y que no son propias, son de El Cepillo (el ML, la BN y el CS) y de Chacayes (el resto). La producción es muy baja, solo una barrica para el MB, para el CF y para el PV y dos barricas para las variedades que se usan en los blends, lo que significa unas 3300 botellas. La vinificación es la misma en todos los casos: fermentación en barricas con racimo entero, 9 meses en barricas nuevas más 6 meses en barricas usadas para terminar un año en botella antes de salir a la venta. Los cortes se hacen antes de embotellar. Los blends son todos elaborados usando porcentajes iguales de sus componentes, excepto el corte de PN y PV que lleva un 75% del primero. En cuanto a las barricas, Sebastián usa roble francés en todos los casos, excepto para el ML y para el CS, en que usa roble americano para lograr una mejor amalgama con las piracinas de las variedades. 

Nos comentó Sebastián que para el año próximo agranda su portfolio con dos vinos blancos, elaborados con uvas no tradicionales como son el Ugni Blanc y el Pedro Ximénez, y un naranjo, elaborado a base de Riesling y Verdicchio.

Yendo a los vinos, tuvimos oportunidad de probar 9 de las 10 etiquetas (solo faltó el bivarietal PN/PV) y lo destacable en todas ellas es una especie de 'marca' o 'sello' que las hace reconocibles, casi con seguridad por el cuidado proceso de elaboración que comparten. Aquellas elaboradas con CS y ML presentan un perfil vegetal, mientras que las producidas con MB, BN y PV son de perfil frutal muy marcado. El CF 'juega en los dos equipos'. En todos los casos los vinos son francos al pasar a la boca, con acidez media, taninos entre moderados a presentes, dependiendo del varietal, y un final prolongado. La madera se integra perfectamente. Muy bien logrado el corte bordelés a base de CS, ML y CF, un vino muy elegante. Mención especial, al menos para nosotros, para el varietal Petit Verdot, la etiqueta que lleva solo la cara de Sebastián. Riquísimo vino, de perfil netamente frutal, tanto fruta roja como negra, con sutiles notas herbales en una segunda nariz, muy franco en boca, uno de los puntos altos de la degustación.