Probamos casi todo el portfolio de Los Cuadros Wines, proyecto
personal de Gustavo Ozamis, conformado por tres líneas: una entrada
de gama con tres etiquetas, Mar de Canto; la gama media del proyecto,
Pie de Canto, con otras tres etiquetas, y un blend, Sobrecanto, que
es el tope de gama.
Nos
cuenta Gustavo que se recibió de enólogo en la Facultad Don Bosco
de Enología de Mendoza. Trabajó en Monteviejo, en Montequieto, en
Piccolo Banfi y como asesor de exportación en otros proyectos más
chicos. Actualmente, trabaja para Bodega Famiglia Furfaro, en
Córdoba, y tiene otro proyecto personal, Armisticio Wines, que forma
parte del Basta Malbec Club.
Los
Cuadros Wines comenzó en 2019 como un proyecto enoturístico en el
Valle de Uco y, Gualtallary, en particular, resultó una sorpresa por
la calidad de sus suelos y por sus paisajes. En palabras de Gustavo,
Los Cuadros Wines busca embotellar ese suelo y mostrar la diversidad
de Gualta que, aunque no es muy extensa, es bien distinta.
Aunque
la fruta no es propia, Gustavo trabaja con productores y tiene
control sobre los viñedos de tres fincas distintas. Vinifica en
bodega propia, Bodega Canto, en Tupungato Winelands, un wine country
de Gualtallary. Ante la pregunta de si planea agregar una nueva línea
o etiqueta a la producción actual, Gustavo nos cuenta que están
experimentando nuevos productos, que saldrán a la venta cuando estén
equilibrados.
Yendo
al proceso de elaboración de los vinos, desde los terroirs se marcan
diferencias, así que aprovechamos para preguntarle a Gustavo las
características de cada línea de su proyecto. Mar de Canto se
elabora con la fruta de la finca que está a menor altura, 1200 msnm,
sobre suelo arenoso fundamentalmente, de perfil productivo. La
fermentación se realiza en vasijas de hormigón y una vez
finalizada, los vinos quedan doce meses en esas vasijas antes de
embotellar. Finalmente, pasan un periodo de estiba de otros doce
meses en botella. La filosofía detrás de Mar de Canto es expresar
un terroir a través de un varietal, sin impacto de la madera.
Para
Pie de Canto ascendemos a 1300 msnm, donde el suelo de la segunda
finca es pedregoso y las vides están más estresadas, dando menor
cantidad de fruta pero de mayor concentración. La fermentación
también se realiza en vasijas de hormigón pero, para la guarda,
parte del vino se transfiere a barricas de 500 L de roble francés,
de segundo y tercer uso, y el resto del vino queda en las mismas
vasijas de hormigón, en ambos casos por doce meses, y cada varietal
por separado. También hay un tiempo de estiba en botella de doce
meses antes de salir a la venta.
Finalmente,
para Sobrecanto llegamos a la tercera finca, a 1400 msnm, donde el
suelo también es pedregoso y tiene canto rodado superficial. Las
tres variedades que conforman el blend se fermentan por separado ya
que los puntos de cosecha son distintos. La fermentación se realiza
en vasijas de hormigón y luego parte de los vinos pasa a barricas de
500 L de primer uso y parte a barricas y foudres de segundo uso, en
ambos casos por 16 meses. Posteriormente, se hace el blend y se
embotella para pasar doce meses en estiba. El porcentaje de cada
variedad depende del año, no está fijo. Para esta primera añada de
Sobrecanto, el malbec va con un 40% y los cabernet franc y sauvignon
con 30% cada uno.

Yendo
a los vinos que probamos, las tres etiquetas de Mar de Canto, todas
2022,
reflejan la búsqueda de Gustavo por expresar el terroir. El malbec
muestra una nariz donde predomina la nota floral que recuerda a la
violeta, que da lugar a notas de fruta roja como ciruela y frambuesa.
De acidez media en boca, taninos moderados y final medio y agradable.
El cabernet sauvignon tiene un perfil muy
típico, con un nariz muy piracinica,
notas a fruta negra, como arándanos y
ciruela, muy agradable. En boca es franco, de perfil herbal, acidez
media a media+, taninos marcados que acompañan el perfil del vino,
final medio muy interesante. El cabernet
franc denota una nariz frutal, fruta roja
característica, con
notas especiadas
muy sutiles.
Franco en boca,
de acidez media+,
taninos moderados y final medio.

Pasamos
a los tres Pie de Canto, también todos
2022,
donde el paso por madera aporta una mayor
elegancia a los tres vinos. Empezamos con el chardonnay, que presenta
una particularidad en su elaboración y que Gustavo nos la cuenta en
detalle. Los racimos enteros se prensan para extraer el mosto, que se
lleva a vasijas enfriadas por 24 horas y sin protección con sulfito,
de manera que se permite la oxidación. Luego de decantar borras,
el mosto se divide en tres y se fermenta en distintos recipientes:
vasijas de hormigón, vasijas de barro y barricas de roble de 500 L,
de primero y de segundo uso. La idea es mantener la expresión
varietal en nariz en el primer caso; aprovechar la micro-oxigenación
intensa en los recipientes de barro para redondear los sabores y
parte del perfil tánico en boca, y lograr la untuosidad y evolución
de los taninos que ofrece la madera. Luego de la fermentación, los
vinos listos quedan por doce meses en los mismos recipientes y
finalmente se elabora un blend de recipientes que aporte fruta,
acidez y elegancia, sin perder la frescura. Para este 2022, el corte
es de 50% hormigón, 30% barro y madera el 20% restante. Notamos
fruta verde en nariz, que
recuerda a la
manzana, y aromas más sutiles que recuerdan al membrillo
aparecen en una segunda nariz.
Es de acidez
marcada en boca, mucha untuosidad presente
y notas de pan tostado que
prevalecen en el final de
boca. Realmente
un vino muy interesante.
En el caso del
malbec notamos en nariz un perfil complementario al malbec de Mar de
Canto, ya que predominan notas a fruta roja fresca en nariz, como
ciruelas y frambuesas, y notas florales dulces, que recuerdan a la
violeta. De acidez marcada interesante, taninos moderados y bien
integrados, final medio a medio+. Y terminamos con el
blend de cabernet franc y cabernet sauvignon. De nariz herbaria, con
notas a mentol y eucalipto marcadas, y notas herbáceas, como el
pimiento verde, bien presentes. De acidez media en boca, de taninos
presentes, marcados pero al mismo tiempo bien amalgamados, de final
medio+ muy interesante.
En resumen, seis
etiquetas que representan buena parte del nuevo proyecto de Gustavo,
con vinos muy interesantes que invitan a comparar terroirs separados
por 100 msnm pero que dan resultados muy distintos.