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domingo, 10 de septiembre de 2023

 Tuvimos oportunidad de charlar con Simón Tornello, Ingeniero Agrónomo, dueño del proyecto 35.cinco, que construyó una bodega en el paraje Villa Pituil, al sur de Barreal, otro paraje en el Valle de Calingasta, San Juan, en donde produce partidas chicas de vino elaboradas en buena medida con variedades criollas, con la menor intervención posible y buscando siempre experimentar. A Simón lo han bautizado El Guardián de las Cepas Criollas y vamos a ver que ese apodo está muy bien puesto. 

Simón es nieto de productores, inmigrantes italianos que elaboraban sus propios vinos. Estudió Agronomía, se recibió en 2008 y viajó a Francia, donde estuvo dos años trabajando para un grupo de cooperativas, pero volviendo a Argentina cada año para la época de vendimia. Ya de regreso definitivo, se afincó en Barreal en 2011 y en 2012 arranca su proyecto personal, todavía sin nombre. De su primera vendimia en San Juan, Simón elaboró solo 200 L que alcanzaban para un circuito de familiares y amigos. En 2019, la producción ya llega a los 1000 L, uno de los cortes elaborados se llamó Transhumante, nombre que alude a la falta de un lugar propio para trabajar. Es momento de darle al proyecto un perfil comercial y, en 2020, empieza 35.cinco, proyecto personal cuyo nombre hace referencia a la distancia entre la cumbre del Cordón de Ansilta y la bodega, 35 km y medio. Simón es dueño, winemaker y responsable de todas las áreas de la empresa. 

En las tierras que acompañan a la bodega, Simón tiene plantadas unas 500 plantas de variedad criolla, que todavía no entraron en producción porque Villa Pituil es la zona más alta del oasis productivo de la región y, por lo tanto, la más fría. La uva con la que trabaja actualmente proviene de tres fincas vecinas. De una de ellas, en Sorocayense, obtiene el malbec; de las otras dos, ambas en el paraje Hilario, provienen las criollas de parrales viejos y la bonarda. Para las nuevas añadas por salir, trabajó también con uvas provenientes de La Puntilla y de Tambería. Las variedades criollas que usa Simón para elaborar sus vinos son malvasía, torrontés sanjuanino, criolla blanca, criollas grande y chica, cereza, pedro ximenez y moscatel. Actualmente, Simón llega a elaborar unas 7000 a 8000 botellas al año, contando colaboraciones con sommeliers y enólogas/os amigas y amigos, de las cuales unas 4000 botellas son de marca propia, 35.cinco. 

En la actualidad, la bodega tiene cinco etiquetas 'fijas', un rosado de variedades criollas cofermentadas, un blanco de criollas, también cofermentadas, un blanco de uva torrontés sanjuanina con cuatro meses de barrica usada, un corte de malbec y bonarda y una Selección de Barricas, que también es corte de malbec y bonarda. Este año, 2023, salieron tres etiquetas nuevas: un naranjo de criollas con crianza en madera, un torrontés sanjuanino elaborado en contacto con velo en flor durante un año y medio y un rosado/clarete de torrontés sanjuanino con bonarda, de nombre Mestizo.

En general, la vinificación es similar en todos los casos. El torrontés con paso por madera tiene una maceración corta antes de fermentar, con una duración que cambia de añada a añada porque es uno de lo factores con los que le gusta experimentar a Simón. La madera es usada para que no aporte aromas invasivas. En el caso de los tintos, se hace una maceración prefermentativa, en frío, por 4 a 5 días antes de fermentar con levaduras indígenas, trasiegos a barricas usadas durante nueve meses y, luego, un año y medio a dos años de estiba. 

Algunas curiosidades que delatan el perfil experimentador de Simón. Los tres tintos mantienen una relación de 70% de malbec y 30% de bonarda, pero siempre hay un porcentaje del orden del 20% del total de la uva que se procesa con racimo entero. Ese porcentaje puede ser todo malbec, todo bonarda o parte de cada variedad. En el rosado de torrontés y bonarda, esta última se agrega como racimo entero luego de finalizada la fermentación del torrontés y se dejan en contacto por cuatro días. 

Probamos el blanco y el rosado, ambos elaborados como cofermentación de criollas, y el torrontés con paso por madera. Aromas muy frutales, fruta de carozo fundamentalmente, notas más verdes en una segunda nariz, que recuerdan a la hoja de tomate. En el caso del blanco, aparecen notas que recuerdan a la miel. Los tres se destacan por una acidez media a media+ y, nuevamente, el blanco destaca por presentar un buen final. 

Probamos también dos añadas del corte La Evaristo, la 2020 y la 2021. En el caso de la 2020, la nariz resultó muy frutal, ciruela roja, cereza roja, interesante combinación de aromas. De acidez marcada en boca y con taninos bien presentes, amalgamados, de final medio a medio+. La 2021 muestra aromas algo verdes, las notas frutales están algo más escondidas, tal vez reclama algo más de botella. La acidez es media, al igual que el final. 

Y terminamos con la Selección de Barricas 2021. De aromas cambiantes, cárnicos y a cuero en primera nariz que evolucionan a notas a fruta roja marcada. En boca mantiene un perfil que recuerda a notas de envejecimiento en botella, de acidez interesante y taninos bien amalgamados y final medio.

Hacemos mención especial para las botellas, que en lugar de etiquetas tradicionales tienen motivos aplicados directamente sobre el vidrio que recuerdan mapas de la región alrededor del Río de Los Patos y dejan ver el contenido. 

Simón hace un trabajo muy interesante con variedades criollas sanjuaninas y con malbec y bonarda de la zona del Valle de Calingasta. Cinco etiquetas fijas y tres nuevas, un producción de solo 4000 botellas al año. Personalmente, nos gustaron el blanco de criollas cofermentadas, La Evaristo 2020 y la Selección de Barricas 2021. A esperar ahora el Mestizo, el naranjo y el torrontés criado con velo en flor. 

lunes, 21 de agosto de 2023

Degustamos los vinos que hace Gaby Campana para su proyecto Terra Camiare en Colonia Caroya, Córdoba

Probamos buena parte del portfolio de Terra Camiare, la bodega en Colonia Caroya, Córdoba, donde Gabriel Campana hace sus vinos. El nombre de la bodega hace alusión a tierra de comechingones, pueblos originarios de las sierras cordobesas, y es un homenaje no solo a ellos sino también al aporte de los jesuitas al vino argentino. 

La bodega funciona con el nombre actual desde 2015. Tiene viñedos propios y también en Quilino, al norte de la provincia de Córdoba. La producción de uva se completa con la compra a otros proveedores. La capacidad máxima de elaboración de la bodega es de 500.000 litros, pero actualmente se están produciendo del orden de 180.000 botellas al año. 

Terra Camiare tiene varias etiquetas. Indama y Navira son la entrada de gama. En el primer caso, un blanco y un rosado para beber bien frescos y, en el segundo caso, dos tintos y un rosado con una vinificación más exigente, fermentación maloláctica en el caso de los tintos y seis meses de estiba en botella antes de salir a venta. De estas líneas probamos el Indama Rosado de Isabella 2022, Exotic Wine. La uva isabella es la uva chinche que puede verse en parrales en cualquier casa de esta zona (La Plata y alrededores) y con la cual se elabora el Vino de la Costa. En este caso, procede de las vides de Colonia Caroya. Indama se elabora en tanques de acero, donde se separa el mosto sin macerar del residuo sólido, y fermenta a baja temperatura con levaduras indígenas. Se filtra suavemente antes de finalizar la fermentación de manera de asegurar una cantidad de azúcar residual. A la vista resulta muy interesante el color intenso que presenta, siendo que no hubo contacto con pieles. En nariz recuerda mucho al vino patero o casero y en boca destaca la acidez marcada. Como bien dice la etiqueta, es recomedable tomarlo a una temperatura entre 8 y 10 grados para disfrutarlo.

La línea reserva se denomina Socavones y tiene cuatro etiquetas: Socavones Ovum Reserva, Socavones Reserva, Socavones Reserva Vinificación Integral y Socavones Vintage. En la línea Ovum, los granos enteros, despalillados, van a huevos de concreto donde fermentan y maceran durante 35 días, con pisoneo manual, para ser descubados a otros huevos donde pasan 12 meses y otros 10 meses en botella, luego de embotellar sin filtrar. Probamos de esta línea el Malbec Reserva 2020 y el Cabernet Franc Reserva 2022. En el primer caso, la uva proviene de Quilino y de Cruz del Eje y hay un pequeño porcentaje, 10%, de Ancellotta de Calonia Caroya que se cofermenta con el malbec. De nariz con un perfil herbal muy interesante que combina con notas lácticas, muy sutiles, la fruta roja aparece en una segunda nariz. En boca es fresco, mantiene el perfil herbal, de acidez media y taninos presentes, deja un final medio muy agradable. El Cabernet Franc proviene de Quilino, muestra una nariz muy potente, con mucha nota verde que recuerda al pimiento, con fruta negra que aparece en segunda nariz, en boca resulta muy franco en cuanto al perfil vegetal, de acidez media y taninos presentes y amalgamados, deja un final medio a prolongado. Punto alto de la noche. 

En el caso de la línea Socavones Reserva, los granos enteros, despalillados, van a tanque de acero donde maceran a baja temperatura para luego fermentar entre 24 y 28 grados y terminar con una maceración post-fermentativa por 25 días, con remontajes y pisoneos, para pasar finalmente a barricas de 225 litros de roble francés y americano, de primer, segundo y tercer uso, donde permanecen por 12 meses. Esta línea tiene un blend de blancas con vinificación similar, expecto que no se realiza maceración pre-fermentativa, la fermentación es a baja temperatura y la crianza es por 8 meses en barricas de primero y segundo uso. Probamos el Socavones Reserva Cabernet-Cabernet 2019, un blend de cabernet sauvignon (70%) de Quilino, Cruz del Eje y Colonia Caroya y cabernet franc (el resto) de Quilino. De nariz claramente herbal, con notas verdes que recuerdan a hojas de tomate, y que evoluciona a notas más complejas que recuerdan a aromas secundarios de la crianza en madera. En boca es franco, de acidez media a media+, con taninos presentes pero no invasivos, de final medio a prolongado. 

Para la etiqueta Vinificación Integral los granos fermentan y maceran en barricas de roble francés y americano de 500 y de 225 litros, de primer uso, por 35 días, con remontajes utilizando rodillos (rolls) donde se montan las barricas, las cuales permanecen cerradas durante el proceso. Finalmente, los vinos ya listos pasan 12 meses en las mismas barricas antes de embotellar sin filtrar. El concepto de vinificación integral hace referencia a la integración armónica de aromas primarios y secundarios. Probamos un blend de variedades y de terroir y un blend single vineyard de tres variedades. En el primer caso, Socavones Pinot Noir - Ancellotta Blend de Terroirs 2020, el pinot (70%) proviene del Valle de Calamuchita y de Colonia Caroya y la ancellotta (30%) es de Colonia Caroya. Los aromas son complejos, con fruta roja combinada con notas secundarias aportadas por el paso por madera, en boca mantiene esa complejidad, de acidez interesante, nivel bajo de taninos y final medio a prolongado. El Socavones Gran Quilino Single Vineyard 2018 es un blend de cabernet franc (40%), tannat y malbec, ambos con 30% de participación, todas de Quilino. De nariz muy especiada, notas que recuerdan al mentol y al eucalipto, con otras que recuerdan a frutas rojas y un sutil aporte de notas secundarias. En boca es elegante, de perfil frutal, acidez media y taninos moderados, presenta un final medio a prolongado. Dos vinos muy interesantes.

Finalmente, los vinos de la etiqueta Socavones Vintage Capitulum I y Capitulum II se elaboran con uvas de viñedos antiguos, por eso la palabra vintage en la misma. Probamos los dos vinos de esta línea. Capitulum I es 100% semillon de Quilino, añada 2020. Los granos enteros, despalillados, van a tanques de acero de poca capacidad, 500 L, donde maceran y fermentan a baja temperatura por 16 días. La fermentación termina en barricas de roble francés de primer uso, donde el vino terminado queda 12 meses más. Luego del embotellado sin filtrar, el vino queda otros 8 meses en botella. En nariz presenta un perfil bien cítrico, recuerda a piel de naranja, con notas a tostado muy sutiles. En boca es bien fresco, franco en cuanto al perfil cítrico, de acidez media a media+, bien equilibrada, de final medio a prolongado. El Capitulum II es un pinot negro 100% de Colonia Caroya, de viñedos de 80 años de antigüedad. La maceración y fermentación ocurre en vasijas de cemento de poca capacidad. Al finalizar el proceso, el 30% del vino pasa a barricas de roble de segundo uso, de 225 L, donde pasa 6 meses. El resto del vino queda en las vasijas de cemento. Nuevamente, se embotella sin filtrar. De nariz elegante, dominada por fruta roja y negra, con notas herbales que le dan un toque balsámico muy agradable. En boca mantiene ese perfil frutal, recordando a fruta negra en este caso, de acidez media a media+, taninos moderados y final medio a prolongado. Nuevamente, dos vinos muy interesantes.  

Resultó una muy grata sorpresa degustar tantos vinos de una zona vinícola no tradicional como la provincia de Córdoba, con sus diferentes terroirs, donde las y los winemakers se esfuerzan para dar a conocer sus productos.  

jueves, 27 de julio de 2023

Probamos los vinos que Omar Alvis elabora en Victoria, Entre Ríos

Probamos los vinos que hace Omar Alvis para su proyecto Angelus Vineyards en Victoria, Entre Ríos. Omar es publicista de profesión, pero con un nexo importante con la industria alimenticia ya que elabora mostaza y dulce de leche gourmet en Rosario, además de sus vinos en Entre Ríos. 

Su proyecto arranca con 2 hectáreas donde concentra la bodega con viñedos que le permiten producir actualmente unas 4000 botellas al año, con una capacidad máxima de 10000 botellas.Por ahora todos los vinos son tintos, excepto un rosado y un blanco de malbec (que no probamos), aunque hay proyección de extender el portfolio incluyendo algún otro blanco. Tres tintos conforman la línea Las Garzas, Fontinalis es el nombre del rosado y Julio es el tope de gama, otro tinto que tiene paso por barricas restauradas. 

El rosado, Fontinalis 2022, un blend de tannat y merlot, se elabora a partir de una sangría de los tintos. De color rosado a naranja, bastante intenso, tiene una nariz muy frutal, notas que recuerdan a la frutilla y otras frutas rojas, de acidez marcada, para tomar bien fresco.

Las tres etiquetas que conforman la línea Las Garzas tienen una vinificación similar. Luego de la cosecha manual, y aprovechando que los viñedos están a 30 metros de la bodega, inicia la maceración en frío con hielo seco para la extracción de polifenoles y otros compuestos que definen el sabor de los vinos. La fermentación ocurre en tanques de acero con levaduras especiales. El vino no se filtra y tiene un periodo de estiba en botella del orden de 12 meses antes de salir a la venta. La enología para los vinos de Las Garzas corre por cuenta de Tomás Díaz. Empezamos con el blend de cabernet sauvignon, merlot y malbec, 2021. Los dos primeros varietales son cofermentados y al terminar la vinificación se elabora el blend con el malbec. Muy aromático en nariz, con notas especiadas y a fruta roja, deja un recuerdo a frutilla una vez que los aromas se expresaron. En boca es de acidez media y con taninos marcados, el final de boca recuerda mucho al cabernet sauvignon, muy agradable. Seguimos con el malbec-tannat 2021, que sorprende con un color muy intenso, muy típico del malbec. De nariz muy frutal, fruta roja y algo de fruta negra. En boca la acidez es marcada y los taninos son moderados, lo que apunta a un buen tratamiento del tannat. Terminamos con el monovarietal tannat, 2021. De nariz algo "perezosa", las notas a fruta negra y roja tardaron un poco en expresarse. Acidez marcada en boca, taninos presentes, bien amalgamados con el vino. Nuevamente, encontramos un tannat con un perfil tánico no tan agresivo como los ejemplares clásicos. 

Terminamos la degustación con Julio, el tope de gama que se elabora con uvas cabernet sauvignon cosechadas en la tercera semana de marzo. Son poco más de 300 botellas, una barrica, barrica de familia como expresa la etiqueta. En este caso, la fermentación se da a baja temperatura, siempre con levaduras especiales. El vino lissto pasa 12 a 18 meses en barricas restauradas y otros 10 meses de estiba en botella antes de salir a la venta. De nariz compleja, muy frutal, el perfil piracínico apenas perceptible, aromas sutiles que recuerdan a la vainilla. En boca es franco, de acidez media, taninos marcados y bien combinados. En cabernet elegante. 

En resumen, a través de sus 2 hectáreas plantadas Omar busca expresar el terroir de Victoria, esta localidad al sudoeste de Entre Ríos. Los vinos resultan ligeros, agradables de tomar, de acidez media y final medio. Un aspecto remarcable de Angelus Vineyards lo alcanza Omar con el tannat, tanto monovarietal como en blend con malbec, logrando vinos en donde hablamos de la fruta negra en nariz y taninos medios, alejándose de los estándares de la variedad.


jueves, 13 de julio de 2023

Probamos vinos del proyecto Yeta de Rafa Domingo

Probamos 11 vinos diferentes de Yeta, el proyecto experimental de Rafa Domingo, quien guió la degustación y comentó las distintas etiquetas.

Rafa empezó contado el origen del nombre, las cantidad de malos entendidos durante la elaboración de un vino (que casi no sale a la venta), incluyendo el diseño de las etiquetas, hasta consolidarse hoy en día como la rama experimental de Domingo Molina, donde se prueban blends que luego pueden o no salir a la venta. Este carácter experimental es lo que explica la enorme cantidad de diferentes versiones de Yeta, posiblemente no haya dos añadas iguales. 

Arrancamos con dos blancos con fuerte base de torrontés (TR), ambos 2020. Un TR (85%) y riesling (el resto) y un TR (80%) y sauvignonasse (el resto), dos cortes en los que se busca es bajar algo la potencia aromática del TR. Muy interesante resultaron los dos vinos. En el caso del corte con riesling, la nariz fue más bien vegetal, con notas a espárrago, para dar lugar a otras notas que recordaban a miel. En el que tiene sauvignonasse (también conocido como friulano y a veces confundido con el sauvignon blanc) las primera nariz fue claramente de notas que recuerdan a la manzana verde y a la pera. Ambos vinos mostraron una acidez bien marcada en boca.   

Seguimos con tres vinos elaborados a partir de Cesanese, una variedad originaria de los alrededores de Roma, que da rendimientos muy altos por hectárea y de la que hoy se encuentran cada vez menos viñedos. En este caso, uno de los vinos se elaboró con uvas del Valle de Cafayate y otro con uvas del Valle Rupestre, ambos se vinificaron de la misma manera, el final de la fermentación y una crianza de 15 meses se hicieron en barricas de cuarto uso. El tercer vino es un corte de ambos valles por partes iguales y la única diferencia es que la crianza se hizo en tanques de acero. Los tres son 2019. La primera nariz es muy similar en todos los casos, fruta roja que recuerda a la frutilla y ciruela bien madura. Evolucionan en segunda nariz a un perfil que recuerda a la pimienta, pero con diferencias notables entre los vinos de los dos valles: el de Cafayate va por el lado de la pimienta blanca mientras que el de Rupestre recuerda más a la pimienta negra. El blend presenta un perfil que se acerca más a la pimienta negra, sugiriendo que la uva del Valle Rupestre es algo más dominante aromáticamente que la del Valle de Cafayate. En boca, los tres vinos mostraron una acidez media a media+ y taninos moderados. 

El tercer paso fueron otros tres cortes. Un merlot (ML, 95%) y malbec (MB, el resto), año 2018, con uvas del Valle Rupestre, cofermentadas en bins de 600 L, con 5% de racimo entero y crianza de 8 meses en barricas de cuarto uso. De nariz muy frutal, que recuerda a la frutilla principalmente, evoluciona de a poco hacia aromas más herbales. En boca presenta acidez media+ y taninos moderados, bien amalgamados. El segundo corte es MB (95%) y petit verdot (el resto), 2016, con uvas tanto del Valle Rupestre como del Valle de Cafayate, si bien las uvas no cofermentan, la vinificación es similar al corte anterior, solo que el 35% del MB pasó por barricas de tercer uso. Resultó un vino al que hay que esperar para que libere aromas y que se abra en boca, el más 'fiaca' de estos tres. El tercer vino es un trivarietal, MB (75%), cabernet sauvignon (CS, 20%) y ML (el resto), añada 2016, las uvas son tanto del Valle Rupestre como del Valle de Cafayate y solo el CS y el ML fueron envejecidos en barrica. Nariz muy interesante, de perfil típicamente piracínico con notas más sutiles de fruta roja. De acidez media y taninos moderados. Algo para resaltar es que los cinco y siete años pasados desde las cosechas no disminuyen en nada la frescura y color de estos vinos. 

Terminamos con otros tres vinos, dos monovarietales y uno casi. Un MB de Yacochuya Norte, 2015, fermentado en bins de 600 L, con 5% de racimo entero y crianza de 6 meses en barricas de cuarto uso. Un vino de nariz muy potente, muy frutal, mucha tipicidad, gran elegancia en boca, con seguridad uno de los puntos altos de la noche. Un CS del Valle Rupestre, también 2015, fermentado en barricas usadas de 300 L y con crianza en tanques de acero fue el segundo vino de esta serie. Nariz muy interesante, mucha fruta en primera naríz, que tiende lentamente al perfil piracínico más típoco del varietal. De acidez media en boca, los taninos están bien presentes y amalgamados con el resto del vino. El 'casi-monovarietal' resultó un tannat del Valle Rupestre (TN, 95%) y MB del Valle de Cafayate (el resto), fermentadas por separado en tanques de acero y sin crianza en madera. De nariz muy potente, bien presente el TN marcando los aromas con notas a fruta roja y negra, en boca los taninos bien domados, de final elegante, otro de los puntos altos de la noche. 

Fantástica experiencia de la mano de Rafa que transmitió toda su pasión para hacer vino y todo su humor y buena onda.        

viernes, 30 de junio de 2023

Degustamos los vinos de Finca del Nunca Jamás

Probamos buena parte del portfolio de Finca del Nunca Jamás de la mano de su propietario, Diego Stortini. 

Nos cuenta Diego que es cuarta generación de vitivinicultores en Tunuyán, que estudió Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Cuyo, graduándose de Contador Público Nacional y de Perito Partidor. Llegó el momento de irse al exterior y completó un MBA en la Universidad de Santiago de Chile y en la Escuela de Graduados del Instituto Tecnológico de Monterrey, México, ciudad esta última en la estuvo viviendo por casi 4 años. 

Al volver a Mendoza, allá por 2007, y junto a su esposa, Caroline, recuperan algunos viñedos antiguos para elaborar algunas botellas de vino. En 2011, inician un emprendimiento más grande, y comprometido con lo que venían haciendo, al comprar 20 ha de un antiguo viñedo en el distrito de Colonia Las Rosas. Entre diciembre de 2012 y enero de 2013 inauguran Postales Hotel Boutique, un lodge de vinos, de 12 habitaciones, con una alta sofisticación de servicios y una gastronomía impecable sobre 7 de las 20 hs. Además, gestionaron las certificaciones de empresa orgánica con la Organización Internacional de Alimentos.

En 2017 Diego y Caroline planifican la construcción en el viñedo de Colonia Las Rosas de una bodega boutique con capacidad para producir 100000 botellas y con un restaurán de 45 cubiertos, y en 2019 comienza la construcción. En marzo de 2020 se inaugura la Finca del Nunca Jamás. En la actualidad, la Finca elabora casi 20 vinos diferentes bajo tres etiquetas a partir de uvas plantadas en 50 ha propias repartidas entre Colonia Las Rosas (6 ha), Agua Amarga (8 ha), Chacayes (12 ha), Vista Flores (20 ha) y San Carlos (4 ha). 

Antes de pasar a los vinos, Diego nos cuenta que están ampliando las naves de fraccionamiento y de guarda de los vinos, obra que esperan inaugurar a fines de este año. Además, para diciembre de 2023 lanzarán una nueva etiqueta, ícono de la Finca, en tres versiones: un blend y un cabernet franc, ambos 2020, con 24 meses de guarda en barrica roble francés y 1 año de guarda en botella y un Chardonnay 2021 con 14 meses de guarda en barrica de roble francés y 1 año de guarda en botella. Y para abril de 2024 esperan lanzar Súper Orgánico, un malbec con 12 meses de barrica de roble francés nueva. 

La vinificación de vinos blancos y tintos sigue estrategias bien definidas: después de una selección manual de racimos en la zona de vendimia, la fermentación se realiza en tanques de acero inoxidable de distintas dimensiones que van desde los 1000 a los 10000 L. En algunos casos la fermentación se realiza en barricas de roble francés. En los vinos tintos de alta gama, se hacen maceraciones prefermentativas y sangrías para lograr estructura y concentración. La guarda de los vinos blancos se realiza en tanques de acero inoxidable y en barricas de roble francés, mientras que la de los vinos tintos se lleva a cabo su totalidad en barricas de roble francés, de 1ro, 2do y 3er uso. La enología corre por cuenta de Alberto Sorbi y Pablo Caparrós es el asesor agronómico de los proyectos.  

Yendo a un detalle más fino, la etiqueta Etcétera está pensada para vinos jóvenes, sin madera o con unos pocos meses de guarda en barricas usadas (solo un porcentaje del vino). Bajo este nombre se elaboran ocho vinos, un chardonnay (CH), un pedro ximenez (PX), un sauvignon blanc (SB), un semillón y un torrontés por el lado de los blancos, un vino naranjo a base de PX y CH, un rosado de malbec (MB) y el único tinto de esta etiqueta: un pinot noir (PN). Solo el CH y el PN tienen paso por madera. 

Bajo el nombre Capítulo I se elaboran también ocho vinos que tienen en común el paso por barricas de roble francés usadas durante 8 meses. Todos son tintos, dos malbec (uno de Vista Flores y otro de Chacayes), un cabernet franc (CF), un cabernet sauvignon (CS), un syrah (SY), un tempranillo, un petit verdot (PV) y un blend de tintas.

Finalmente, la línea Capítulo II comprende un MB y un blend de MB y CF. La característica de estos dos vinos es el paso por barricas de roble francés nuevo por 18 meses y un añejamiento de 6 meses en botella. 

Probamos siete vinos y te contamos lo que nos parecieron. Empezamos con una minivertical de Etcétera CH 2021 y 2022, ambos de Vista Flores. Las dos añadas tienen una diferencia importante: la fecha de cosecha. La 2021 se cosechó algo más temprano de lo normal, logrando un vino con aromas a fruta de carozo (durazno) y fruta tropical que recuerda al ananá. De acidez media a media+ y agradable final. La añada 2022 se cosechó en una fecha más tarde, dando un vino de aromas más sutiles, mucha fruta tropical, algo de ananá y algo de melón, de acidez media y final equilibrado. Linda experiencia que deja en claro la influencia del grado de madurez de la uva en el vino final. 

De la etiqueta Capítulo I degustamos el SY 2022 de Agua Amarga, el CF 2022 de Chacayes, el CS 2022 de Vista Flores y el Blend de Tintas 2020. Riquísimos los cuatro. Muy frutal el SY, con mucha frutilla en primera nariz y notas especiadas muy sutiles en una segunda nariz. De acidez media+, taninos moderados y final medio a prolongado. El CF resulta un típico ejemplar de la variedad, con notas a fruta roja fresca y un toque de pimienta en segunda nariz, en boca presenta sabores que recuerdan a las especias, de acidez media a media+, taninos marcados y amalgamados, de final medio a prolongado. El CS muestra una nariz compleja, fruta roja, notas piracínicas características del varietal y notas especiadas que recuerdan al eucalipto o al mentol. De acidez media, los taninos están bien presentes y el final es medio a prolongado. El Blend de Tintas es un tetravietal de MB, CF, CS y PV que presenta una nariz compleja donde predomina la fruta roja y negra, con presencia de aromas que recuerdan a la piracina y notas herbales presentes en un segundo plano. En boca tiene un perfil netamente herbáceo, de acidez media, taninos bien marcados y final prolongado. La madera hace un aporte muy sutil, hay que recordar que son solo 8 meses de guarda y en barricas de roble usado. 

Finalmente, el MB 2021 de Capítulo II está elaborado con fruta de Chacayes, presenta una nariz muy frutal que recuerda a la ciruela algo madura, es franco en boca en cuanto a lo frutal, de acidez media, taninos moderados y un final prolongado. Nuevamente, el paso de 18 meses por barricas nuevas hace un aporte muy elegante, que amalgama perfectamente con el carácter frutal del vino. 


Nota final: tenemos en cava una botella de cada MB de Capítulo I, uno de Vista Flores y el otro de Chacayes, listos para degustarlos juntos y comparar el efecto del terroir sobre estos vinos, 

lunes, 5 de junio de 2023

Probamos El Cuefayate 2022, el nuevo vino de la Cueva de Musu

Probamos el primer vino de la Cueva de este año, El Cuefayate 2022, un blend de malbec y merlot elaborado por Paco Puga, quien amablemente nos respondió algunas preguntas sobre el proceso de elaboración.

El blend está elaborado a partir de fruta de Cafayate, de vides a 1650 msnm, sobre suelo principalmente arenoso. El blend es 50 y 50 y el malbec se trató con racimo entero para sumar carácter herbal al vino. Cada varietal se cosechó en su punto óptimo y una vez en bodega fueron a parar (también por separado) a tanques de acero donde se enfriaron solo por un par de días y sin remontaje para no extraer demasiados polifenoles y taninos de las semillas, sino para lograr una fermentación algo más extensa con una extracción más suave. La fermentación en tanques duró hasta noviembre del 2022 y, luego de fraccionado, el vino listo pasó unos cinco meses en botella antes de salir a la venta para terminar de amalgamar las dos variedades. 

Cuando le preguntamos a Paco por qué eligió al merlot para elaborar este blend, nos cuenta que es una variedad que le gusta mucho por su frescura y por su carácter herbal, que el merlot que se da a 1600 msnm y cosechado tempranamente es ideal para vinos frescos y de baja graduación alcohólica. 

Pasando al vino, la primera nariz se expresa muy frutal, recuerda a fruta negra fresca, y después de unos pocos minutos aparecen notas herbales que recuerdan a hojas verdes combinadas con algo de mineralidad y un toque de aceitunas negras. En boca el perfil es complejo, con notas herbales y algo de mineralidad presente, de acidez media a media+, taninos moderados y final medio. Otro punto alto en los vinos de la Cueva de Musu con excelente relación precio a calidad. 



viernes, 5 de mayo de 2023

Los Siete Locos, el proyecto de Jorge Correa

 Degustamos los vinos que Jorge Correa elabora bajo la línea de Los Siete Locos, un proyecto pequeño de 15000 botellas al año que nace en 2020, apenas dos meses antes de la cuarentena, que el mismo Jorge define como de vinos conceptuales. El nombre hace alusión a la novela de Roberto Artl, que Jorge conoció en la escuela secundaria, durante las horas de Literatura. 

Jorge tiene una trayectoria importante que empieza en Susana Balbo y termina como enólogo de Penedo Borges, pasando por bodegas en Salta y en la Patagonia y en México. 

Todos los vinos de la línea son blends y recuerdan a los personajes de la novela, tanto a los principales como a algunos secundarios. Las diferentes añadas son llamadas Capítulos (ya va por el Capítulo III) y las diferentes etiquetas del proyecto están divididas en categorías "metálicas", que recuerdan el trabajo de un alquimista: el Blend Plomo, formado por El Buscador de Oro (el único blend de blancas), El Desamor y El Traicionero, vinos con un paso leve por madera; el Blend Bronce, con un mayor paso por madera, compuesto por El Inventor, El Astrólogo, El Rufián Melancólico y El Mayor; El Blend Cobre, con una sola etiqueta, La Rosa de Cobre, un vino donde predomina un varietal y un pequeño porcentaje de una segunda variedad potencia el producto final para hacerlo único; El Blend Oro, también con una sola etiqueta que se espera para este año, pero de un nombre con peso propio: La Orden de los Caballeros del Oro Rojo; y finalmente, el Blend Níquel, que no estaba pensado en el proyecto inicial, pero surge para dar lugar a personajes secundarios de la novela, con una filosofía de vinos únicos, que salen, se agotan y no se repiten. Dos etiquetas forman este blend "volátil": La Coja, un clarete, y el Farmacéutico. Nada menos que once etiquetas por ahora. 

Los vinos son elaborados a partir de uvas compradas a productores vecinos y la vinificación se hace en una bodega "amiga", tal como la define Jorge. Probamos cinco etiquetas y aquí van los comentarios:

El Buscador de Oro 2022 es un blend donde el 50% está conformado por Chardonnay y la otra mitad está más o menos repartida entre Semillón, Sauvignon Blanc y Pedro Ximenez. Las uvas de los tres primeros varietales son de Agrelo y el PX es de Zona Este. Las cuatro variedades se vinifican por separado y solo el CH pasa por madera. De nariz muy frutal, que recuerda a frutas de carozo como durazno y damasco. En boca es fresco, con acidez media+ y un perfil a fruto seco que recuerda a la nuez. Se presta para tomar bien fresco, un vino piletero en palabras de Jorge. 

El Farmacéutico es un blend de cepas españolas e italianas, 50% de Tempranillo, 30% de Sangiovese y el 20% restante de Nebbiolo. Es, además, un blend de añadas, por eso la etiqueta no declara año. De nariz compleja, fruta roja (frutilla, cerezas) que va dejando su lugar a notas herbales en una segunda capa. En boca la acidez es media a media+, los taninos están bien marcados y amalgamados, de final medio a prolongado. Este Blend de Níquel resultó uno de los puntos altos de la degustación. 

Seguimos con El Desamor 2020, elaborado a partir de Cabernet Franc (60%), Malbec (28%) y Marselán. De nariz muy frutal, combinada con notas especiadas, resulta compleja, invita a degustar agitando la copa. En boca es franco, de acidez media-, taninos presentes y de buen final, medio a prolongado. 

Pasando al Blend de Bronce, el Inventor 2020, elaborado a base de Malbec (60%), Syrah (25%) y Cabernet Sauvignon. De nariz muy compleja, perfiles frutales y herbáceos por igual, ideal para jugar a identificar aromas. En boca resultó franco, de taninos muy marcados, seguramente un tiempo de decantación debería favorecer mucho este vino complejo. 

Terminamos con El Astrólogo 2020, otro Blend de Bronce, en este caso elaborado a base de Petit Verdot (50%), Cabernet Franc (35%) y Cabernet Sauvignon. Nuevamente la nariz resulta compleja, con notas herbales y vegetales dominando, con un perfil frutal muy sutil, en segundo plano. En boca es franco, de acidez media, taninos presentes y bien combinados, de final medio a prolongado. 

En Los Siete Locos, Jorge apuesta por blends no tradicionales y logra productos finales de mucha calidad, vinos de nariz compleja en muchos casos, que invitan a agitar la copa y pasar un buen rato antes de tomar, y a su vez muy bebibles, que es la intención última que persigue el enólogo.   

sábado, 22 de abril de 2023

Meraki - probamos los vinos del proyecto junto a su dueño y enólogo Renzo Bertinatto

Probamos los vinos de bodega Meraki de la mano de su dueño y enólogo, Renzo Bertinatto, que transmite pasión cuando cuenta cómo hace sus vinos. Recibido en Mendoza, tuvo trabajo antes de recibirse en Bodega San Telmo y un viaje a Estados Unidos para interiorarze sobre la elaboración de vinos de alta gama. A su vuelta se incorporó a Bodega Trivento y luego pasó a Pulenta Estate donde estuvo 7 años, simpre encargado de la elaboración de los vinos de alta gama de las bodegas. En 2017 inicia su proyecto, Meraki y la primer vendimia tiene lugar dos años después, en 2019. 

Antes de entrar en detalles de los vinos, es interesante detenerse en el significado de la palabra Meraki. Es una palabra de origen griego (parece que el vocablo turco merak significa lo mismo) que significa poner el alma, el corazón, la creatividad y el amor en todo lo que a uno lo apasiona. En otras palabras, dejar huella en lo que se hace. Al escuchar a Renzo hablar con tanta pasión de sus vinos, no podemos dejar de pensar que Meraki es el nombre justo para el proyecto. 

Sin viñedos propios, compra la uva a productores de Agrelo, de Perdriel, de Altamira y de Gualtallary. Elabora una línea joven, sin madera, 100% malbec, que es en realidad un blend de terroirs. Su línea media, Terroir Series, con tres etiquetas, dos malbec y un blend de  malbec y petit verdot. El ícono del proyecto, Unique Blend, es un corte único, de selección de las mejores barricas, de malbec, petit verdot y cabernet sauvignon. Lo más reciente del proyecto es un rosado de merlot, que puede decirse que está hecho a pedido de la madre de Renzo. La producción es de solamente 30.000 botellas al año.

Yendo a los vinos, el rosado de ML 2022, elaborado con uvas de Agrelo, tiene un color de piel de cebolla bien característico de los rosados elaborados como vinos blancos a partir de uva tinta. En nariz es bien frutal, con aromas que recuerdan a chicle de frutilla, en boca es franco en lo frutal, de acidez media+.El contacto con lías por tres meses antes de embotellar le otorga untuosidad en boca que le da un final más que interesante. Un rosado "piletero+".

El Blend de Terroirs 2020, elaborado sin madera, es un 100% MB de Agrelo, de Perdriel y de Altamira, en iguales proporciones, cada terroir fermentado por separado. Luego de armar el corte, el vino queda en tanques 3 meses antes de embotellar. De nariz muy potente, están presentes las notas florales de Agrelo (muy llamativas las notas a violeta), las frutales de Perdriel y el "nervio" que le da Altamira. En boca, el vino da un perfil de vino con madera, elegante, con taninos presentes, acidez media- y final medio a prolongado. Interesantísima relación calidad a precio.

Las tres etiquetas de la línea Terroir Series comparten el proceso de elaboración, 12 meses en barricas de roble francés de 1ro, 2do y 3er uso, más 6 meses de estiba en botella antes de salir a la venta. Los dos MB son bien distintos. El 2019, elaborado con uvas de Agrelo, tiene un perfil netamente floral, con notas a fruta roja también presentes. En boca es franco, la madera está presente sin invadir, los taninos aparecen moderados, de acidez media- y un final medio a prolongado. El 2020, elaborado con uvas de Gualtallary, resalta las notas frutales mientras que las florales acompañan en un segundo plano. De perfil algo más tánico que el vino de Agrelo, muestra una acidez media y un final prolongado. El Terroir Series Blend 2019 está elaborado con MB (60%) y PV (el resto), ambas uvas de Agrelo. La curiosidad de este blend es que parte del PV pasa por roble húngaro. Nuevamente, de nariz muy interesante, con notas a fruta roja y negra y un toque balsámico que le da elegancia. En boca es bien frutal, taninos presentes y amalgamados, de acidez baja y final prolongado. La relación precio a calidad es excelente. El blend de MB y PV es un punto alto del proyecto, muy recomendable. 

Terminamos con el Unique Blend 2019, el ícono del proyecto, un vino elaborado a partir de las mejores barricas de cada año. En este caso, el corte incluye MB (65%), PV (20%) y CS (15%). El vino listo pasa 18 meses en roble francés de primer uso y 12 meses más de estiba en botella. De nariz compleja, se aprecian notas a frutas rojas y negras en primer lugar que dejan lugar a notas de un perfil más especiado y algo balsámico. En boca mantiene la complejidad, de acidez media a media+ y taninos moderados, ofrece un final prolongado. Este corte único es de esos vinos que invitan a agitar la copa para encontrar las múltiples capas de aromas que tiene para ofrecer. 



lunes, 20 de marzo de 2023

Probamos casi todo el portfolio de Finca Bandini

 

Degustamos gran parte de los vinos de Finca Bandini de la mano de su gerente comercial, Amílcar Bortolamedi. 

La finca, un proyecto familiar llamado House of Wines por sus dueños, se encuentra en Las Compuertas, Luján de Cuyo, sobre 75 ha plantadas con malbec y cabernet sauvignon. Además, cuenta con viñedos de uvas blancas en Chacayes, para elaborar el blanc de blancs de Los Muros. Elabora alrededor de 100.000 botellas al año y tienen una capacidad de elaboración de 300.000 botellas al año, a la cual esperan llegar.  

El proyecto cuenta con el asesoramiento enológico de Marcelo Pelleriti y el asesoramiento agronómico de Marcelo Canatella. 

Producen siete etiquetas de vino tranquilo y un espumante: un rosado de malbec en la línea Finca Baldini, un blanc de blancs y un malbec en la línea Dos Cauces, otro blanc de blancs y un blend de malbec y cabernet sauvignon bajo el nombre de Los Muros, un malbec de alta gama en la línea Magno Corpore y el ícono de la finca, el malbec Terroir Único. El espumante, Aurum, es un extra brut. 

Arrancamos con el rosado de malbec, cosecha 2022, que tiene en realidad un 5% de cabernet sauvignon. Ambos varietales maceran en ambiente libre de oxígeno y son prensados suavemente para minimizar la extracción de color. La cofermentación se da en contacto con lias y al final de la misma el 95% del corte va a huevos de cemento y el 5% restante a vasijas de cerámica, donde pasan unos pocos meses antes del envasado. De nariz elegante, con notas a fruta roja y un toque láctico muy interesante. En boca predomina lo frutal, una acidez marcada y agradable y una untuosidad que sorprende para un rosado. Muy rico vino que vale pena probar, de excelente relación precio/calidad.
Seguimos con el blanc de blancs de Los Muros, 2021. Un tetravarietal por partes iguales de chardonnay, sauvignon blanc, viognier y gewurztraminer, las cuales cofermentan en huevos de concreto luego de un prensado muy suave y una maceración a baja temperatura para preservar los aromas de las variedades más aromáticas. Al final de la fermentación, el 25% del vino se lleva a barricas de roble francés de primer uso, quedando el 75% restante en concreto. La crianza es de 7 a 8 meses. El vino presenta notas cítricas en nariz, con alguna arista de fruta de pulpa blanca. Las notas cítricas se repiten en boca, a las que se suma una acidez media+ y una complejidad aportada por la madera que dan un buen final a este vino elegante. 

Pasando a los tintos, probamos el malbec de Dos Cauces 2019, 100% malbec de Las Compuertas. La fruta pasa dos días a baja temperatura macerando para extraer antocianos y luego comienza la fermentación en huevos de concreto, donde posteriormente macera nuevamente pero ahora a alta temperatura, para quedar unos meses en crianza. De nariz compleja, primera nariz frutal, fruta roja fresca, que da lugar a una segunda nariz que recuerda a las violetas y al mentol. En boca, el perfil frutal está presente, los taninos resultan marcados, de acidez media y un final medio a prolongado. Si te gustan los vinos jóvenes, no demasiado ácidos, y con taninos que se noten, tenés que probar este. Uno de los puntos altos de la degus.

El siguiente vino fue el blend de Los Muros, cosecha 2019. Este blend es 87% malbec y el resto cabernet sauvignon. La vinificación es similar al malbec de Dos Cauces. El 30% del producto final va a barricas de roble de segundo y tercer uso por 12 a 14 meses antes de embotellar. En nariz se nota un vino potente, mucha fruta roja y un apreciable aporte de la madera con notas a chocolate y un perfil láctico interesante. En boca es bien tánico, de acidez media y con sabores que recuerdan el paso por madera y dan un final prolongado. Si te gustan los vinos en donde la fruta y la madera combinan bien, tenés que probar este vino. 
Terminamos con el Magno Corpore 2018, otro monovarietal 100% malbec. Nuevamente, la vinificación es similar a los dos tintos anteriores, la maceración prefermentativa un poco más extensa. el 20% del vino pasa a barricas de primer uso y el 80% restante a barricas de segundo uso, ambos durante 18 meses. En boca es complejo, la fruta roja y sutiles aromas florales combinan bien con notas que recuerdan a la madera como el café por ejemplo. En boca es franco en cuanto al perfil frutal, la madera está presente, los taninos bien marcados, de acidez media y un buen final. Un vino elegante.


jueves, 23 de febrero de 2023

Degustamos los vinos de Las Estelas junto a Estela Perinetti

Tuvimos oportunidad de probar gran parte del portfolio de Las Estelas, proyecto familiar que tiene a la cabeza a la Ing. Agrónoma y Enóloga Estela Perinetti, quien además guió la degustación. Estela tiene una enorme trayectoria de trabajo, que incluyen 20 años en el Grupo Catena, empezando en Escorihuela Gascón, estando luego a cargo de Caro (proyecto del Baron Eric de Rothschild y de Nicolás Catena) y también de Luca, proyecto de Laura Catena. Además, estuvo a cargo de la enología de La Pirámide. Su trayectoria incluye también viajes de estudio y de trabajo a Francia y a Estados Unidos.  

El origen de este proyecto familiar se remonta a 1940, cuando el abuelo de Estela compra un terreno en la zona fría de Tupungato conocida como El Peral, a una altura de casi 1300 msnm y al que llamó Finca Mangato. Pero fue recién en 2016 cuando Estela vinificó su primera cosecha que salió a la venta en 2019 en forma de dos etiquetas y unas 3000 botellas. En la actualidad, Finca Mangato dispone de 32 ha plantadas con diferentes variedades y una capacidad del orden de 50000 botellas (esperando llegar pronto a las 100000). Comercializa dos etiquetas, Las Estelas y Leticia, ésta inspirada en la hija de Estela. Con el nombre del proyecto, Estela quiso recordar a su abuela y a su madre, de quienes heredó no solo el nombre, sino también la pasión por el trabajo. 

Probamos dos vinos de la línea Leticia, un rosado de tintas y un blend de cabernet sauvignon y cabernet franc; tres vinos de Las Estelas, un pinot noir, un blend de malbec y cabernet franc y un chardonnay, y el Estela Perinetti Grand Vin. 

Los vinos de Leticia representan la línea joven de Las Estelas, vinos frescos, sin paso por madera (o con muy poco). El Rosado de Tintas 2022 tiene una base importante de syrah (del orden del 60%), con malbec y pinot noir completando el porcentaje restante. El PN fue cosechado un poco antes de la fecha óptima para asegurar una acidez marcada en el vino. De nariz muy frutal, anticipa la frescura y acidez que se aprecian en boca, un vino ideal para los días calurosos de verano. 

El blend de los cabernet, cosecha 2021, resultó muy interesante, de nariz frutal, con algo de especies y un toque balsámico, en boca resulta bastante franco en lo frutal, con taninos marcados, acidez media y final medio. El CS tiene un leve paso por madera de segundo uso.  

El PN 2021 de Las Estelas fue elaborado con uvas que Diego Rosso posee en Tunuyán, más precisamente en San Pablo, a 1400 msnm. A la vista se aprecia un color más intenso que el color pálido de un PN típico, en nariz aparecen notas a fruta roja y negra que recuerdan a las cerezas, bien típicas del varietal, y que combinan con aromas más sutiles que recuerdan a notas florales. En boca se aprecian notas frutales junto a una acidez media+ y un final medio que deja ganas de seguir tomando este PN. El vino listo pasó unos 10 meses en barricas de roble de segundo y de tercer uso. 

El blend 2020 de Las Estelas está elaborado con uvas malbec (65%), cabernet franc (27%) y cabernet sauvignon el porcentaje restante. Aunque toda la fruta es de Finca Mangato, las vides están plantadas en diferentes suelos. Luego de la fermentación, el vino pasa 12 meses en barricas de primero y segundo uso. Luego de una primera nariz bien frutal, aparecen notas herbáceas que recuerdan a la menta, es un vino para esperar, los aromas no se perciben enseguida. En boca es franco en lo frutal, de acidez media-, taninos bien presentes y de final medio a prolongado. 

Las Estelas Chardonnay 2021 está elaborado con fruta de Finca Valmore, situada en El Peral, a casi 1400 msnm y plantada sobre suelo calcáreo. Una de las zonas más frías de El Peral. Un 5% de los racimos fermenta entero y el vino pasa 7 meses en barricas nuevas de 500 L para asegurar una oxigenación suave. De nariz muy interesante, con mucha fruta blanca presente y algunas notas más herbáceas que acompañan. En boca es bastante franco, de acidez bien marcada y elegante al mismo tiempo, característica de un terroir frío, suntuoso y de final medio. 

Y terminamos la degustación con el Estela Perinetti Grand Vin 2019. Este blend de CS y MB tiene porcentajes variables según la añada, pero siempre cercanos al 50 y 50, y ambas variedades de Finca Mangato. Según la propia Estela constituye su 'interpretación particular de la expresión del terruño familiar.' Con 16 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés, se presenta con una nariz muy elegante, balsámica, con notas a menta, pimienta y algo floral. La madera hace un aporte muy sutil con notas que recuerdan al higo y a la vainilla. En boca es muy interesante, con notas frutales bien presentes, taninos perfectamente amalgamados, de acidez media a media- y de final prolongado. Sin dudas, el punto alto de la noche, pura elegancia, en nariz y en boca, un vino para disfrutar con todos los sentidos.