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viernes, 19 de octubre de 2018

Degustamos los vinos de Pala Corazón

El sábado 13 de octubre degustamos los vinos y el espumante de Pala Corazón guiados por Lucas Niven en las nuevas instalaciones de Alma de Los Andes en La Plata.

Arrancamos con el extra brut a base de Chardonnay y Pinot Noir, elaborado mediante el método Champenoise a partir de uvas del Valle de Uco, con una crianza en botella de 12 meses sobre lías. Resultó un espumante muy elegante y refrescante, donde llamaron la atención las burbujas finas que le dan una untuosidad especial. Vale la pena probar este espumante.

Seguimos con el Blanco de Blancas 2017, un blend a base de 70% de Sauvignon Blanc, 20% de Semillon y 10% de Muscadelle, todas de San Pablo, VdU. Al no haber proceso de maceración, lo primero que llama la atención de este blend es su color, muy pálido, casi incoloro. En nariz, sobresalen las notas vegetales del SB pero después de un tiempo breve aparecen notas florales que recuerdan a azahares. En boca tiene una acidez bien marcada y un final refrescante. Ideal para tomar como aperitivo.

Pasamos al Criolla 2017, una partida limitada de 4900 botellas elaboradas con uvas procedentes de Junín y con crianza en vasijas de concreto. Presenta un color de intensidad media y una nariz muy sutil, en la que combinan la fruta roja con algunas notas lácticas. En boca destaca una acidez refrescante y un final medio que hacen que este vino sea fácilmente bebible.

Luego probamos el Aquí Estamos Todos Locos 2017, un blend a base de Garnacha de Junín y Ancellotta de San Martín, criado en barricas "súper usadas". Intensidad media a la vista, de nariz dominada por notas frutales, taninos marcados, acidez elegante y un final medio. Nuevamente, un vino que se toma fácil. 

Seguimos con el Bonarda 2018, elaborado con uvas del Zampal, Tupungato, y con una partida de 2800 botellas. La intensidad de color es apreciable y en nariz mandan las notas a fruta roja madura. En boca es potente y de taninos bien marcados, franco, de final medio a largo.   
 
Del Malbec 2017 se produjeron 5800 botellas a partir de uvas de Gualtallary con rendimientos de 7 toneladas por hectárea y crianza en vasijas de concreto. La coloración es bien intensa, de nariz compleja, a las típicas notas a fruta roja se le suman toques especiados y alguna expresión láctica. En boca manda la fruta roja con una acidez interesante, taninos sutiles y un final medio a largo.

El Cabernet Franc se elaboró con uvas de Los Chacayes, tuvo crianza en vasijas de concreto y una producción de poco más de 6600 botellas. A la vista tiene una intensidad media a alta y en nariz resulta herbáceo y especiado, una combinación de lo más interesante. En boca predominan las notas herbáceas, los taninos están presentes pero de manera muy sutil y el final resulta medio a largo.

Terminamos la degustación con el Blend de Tintas 2015, un blend a base de Cabernet Sauvignon, Malbec y Barbera, todas de Luján de Cuyo, con 24 meses de crianza en barricas y una producción de 7500 botellas. Es sin dudas el vino más "clásico" de Lucas, de una intesidad media a alta, en nariz nos asaltan aromas a fruta roja bien madura. Las notas frutales se mantienen en boca, los taninos del CS aparecen domados por la madera y dando un final largo. 

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