Probamos buena parte del portfolio de Terra Camiare, la bodega en Colonia Caroya, Córdoba, donde Gabriel Campana hace sus vinos. El nombre de la bodega hace alusión a tierra de comechingones, pueblos originarios de las sierras cordobesas, y es un homenaje no solo a ellos sino también al aporte de los jesuitas al vino argentino.
La bodega funciona con el nombre actual desde 2015. Tiene viñedos propios y también en Quilino, al norte de la provincia de Córdoba. La producción de uva se completa con la compra a otros proveedores. La capacidad máxima de elaboración de la bodega es de 500.000 litros, pero actualmente se están produciendo del orden de 180.000 botellas al año.
Terra Camiare tiene varias etiquetas. Indama y Navira son la entrada de gama. En el primer caso, un blanco y un rosado para beber bien frescos y, en el segundo caso, dos tintos y un rosado con una vinificación más exigente, fermentación maloláctica en el caso de los tintos y seis meses de estiba en botella antes de salir a venta. De estas líneas probamos el Indama Rosado de Isabella 2022, Exotic Wine. La uva isabella es la uva chinche que puede verse en parrales en cualquier casa de esta zona (La Plata y alrededores) y con la cual se elabora el Vino de la Costa. En este caso, procede de las vides de Colonia Caroya. Indama se elabora en tanques de acero, donde se separa el mosto sin macerar del residuo sólido, y fermenta a baja temperatura con levaduras indígenas. Se filtra suavemente antes de finalizar la fermentación de manera de asegurar una cantidad de azúcar residual. A la vista resulta muy interesante el color intenso que presenta, siendo que no hubo contacto con pieles. En nariz recuerda mucho al vino patero o casero y en boca destaca la acidez marcada. Como bien dice la etiqueta, es recomedable tomarlo a una temperatura entre 8 y 10 grados para disfrutarlo.
La línea reserva se denomina Socavones y tiene cuatro etiquetas: Socavones Ovum Reserva, Socavones Reserva, Socavones Reserva Vinificación Integral y Socavones Vintage. En la línea Ovum, los granos enteros, despalillados, van a huevos de concreto donde fermentan y maceran durante 35 días, con pisoneo manual, para ser descubados a otros huevos donde pasan 12 meses y otros 10 meses en botella, luego de embotellar sin filtrar. Probamos de esta línea el Malbec Reserva 2020 y el Cabernet Franc Reserva 2022. En el primer caso, la uva proviene de Quilino y de Cruz del Eje y hay un pequeño porcentaje, 10%, de Ancellotta de Calonia Caroya que se cofermenta con el malbec. De nariz con un perfil herbal muy interesante que combina con notas lácticas, muy sutiles, la fruta roja aparece en una segunda nariz. En boca es fresco, mantiene el perfil herbal, de acidez media y taninos presentes, deja un final medio muy agradable. El Cabernet Franc proviene de Quilino, muestra una nariz muy potente, con mucha nota verde que recuerda al pimiento, con fruta negra que aparece en segunda nariz, en boca resulta muy franco en cuanto al perfil vegetal, de acidez media y taninos presentes y amalgamados, deja un final medio a prolongado. Punto alto de la noche.
En el caso de la línea Socavones Reserva, los granos enteros, despalillados, van a tanque de acero donde maceran a baja temperatura para luego fermentar entre 24 y 28 grados y terminar con una maceración post-fermentativa por 25 días, con remontajes y pisoneos, para pasar finalmente a barricas de 225 litros de roble francés y americano, de primer, segundo y tercer uso, donde permanecen por 12 meses. Esta línea tiene un blend de blancas con vinificación similar, expecto que no se realiza maceración pre-fermentativa, la fermentación es a baja temperatura y la crianza es por 8 meses en barricas de primero y segundo uso. Probamos el Socavones Reserva Cabernet-Cabernet 2019, un blend de cabernet sauvignon (70%) de Quilino, Cruz del Eje y Colonia Caroya y cabernet franc (el resto) de Quilino. De nariz claramente herbal, con notas verdes que recuerdan a hojas de tomate, y que evoluciona a notas más complejas que recuerdan a aromas secundarios de la crianza en madera. En boca es franco, de acidez media a media+, con taninos presentes pero no invasivos, de final medio a prolongado.
Para la etiqueta Vinificación Integral los granos fermentan y maceran en barricas de roble francés y americano de 500 y de 225 litros, de primer uso, por 35 días, con remontajes utilizando rodillos (rolls) donde se montan las barricas, las cuales permanecen cerradas durante el proceso. Finalmente, los vinos ya listos pasan 12 meses en las mismas barricas antes de embotellar sin filtrar. El concepto de vinificación integral hace referencia a la integración armónica de aromas primarios y secundarios. Probamos un blend de variedades y de terroir y un blend single vineyard de tres variedades. En el primer caso, Socavones Pinot Noir - Ancellotta Blend de Terroirs 2020, el pinot (70%) proviene del Valle de Calamuchita y de Colonia Caroya y la ancellotta (30%) es de Colonia Caroya. Los aromas son complejos, con fruta roja combinada con notas secundarias aportadas por el paso por madera, en boca mantiene esa complejidad, de acidez interesante, nivel bajo de taninos y final medio a prolongado. El Socavones Gran Quilino Single Vineyard 2018 es un blend de cabernet franc (40%), tannat y malbec, ambos con 30% de participación, todas de Quilino. De nariz muy especiada, notas que recuerdan al mentol y al eucalipto, con otras que recuerdan a frutas rojas y un sutil aporte de notas secundarias. En boca es elegante, de perfil frutal, acidez media y taninos moderados, presenta un final medio a prolongado. Dos vinos muy interesantes.
Finalmente, los vinos de la etiqueta Socavones Vintage Capitulum I y Capitulum II se elaboran con uvas de viñedos antiguos, por eso la palabra vintage en la misma. Probamos los dos vinos de esta línea. Capitulum I es 100% semillon de Quilino, añada 2020. Los granos enteros, despalillados, van a tanques de acero de poca capacidad, 500 L, donde maceran y fermentan a baja temperatura por 16 días. La fermentación termina en barricas de roble francés de primer uso, donde el vino terminado queda 12 meses más. Luego del embotellado sin filtrar, el vino queda otros 8 meses en botella. En nariz presenta un perfil bien cítrico, recuerda a piel de naranja, con notas a tostado muy sutiles. En boca es bien fresco, franco en cuanto al perfil cítrico, de acidez media a media+, bien equilibrada, de final medio a prolongado. El Capitulum II es un pinot negro 100% de Colonia Caroya, de viñedos de 80 años de antigüedad. La maceración y fermentación ocurre en vasijas de cemento de poca capacidad. Al finalizar el proceso, el 30% del vino pasa a barricas de roble de segundo uso, de 225 L, donde pasa 6 meses. El resto del vino queda en las vasijas de cemento. Nuevamente, se embotella sin filtrar. De nariz elegante, dominada por fruta roja y negra, con notas herbales que le dan un toque balsámico muy agradable. En boca mantiene ese perfil frutal, recordando a fruta negra en este caso, de acidez media a media+, taninos moderados y final medio a prolongado. Nuevamente, dos vinos muy interesantes.
Resultó una muy grata sorpresa degustar tantos vinos de una zona vinícola no tradicional como la provincia de Córdoba, con sus diferentes terroirs, donde las y los winemakers se esfuerzan para dar a conocer sus productos.
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